jueves, 30 de diciembre de 2004

Aunque fue el 28

Tengamos en nuestra casa un muro sobre el que cada tarde caiga el sol, así, de esa forma como sabes que me duele, y escuchemos esa canción que me hace apretar las manos y sufrir por los años que se van. Después dame un beso en la mejilla y quita la envoltura a un chocolate de los chiquitos, rellenos de licor.

Quiero una ventana grande sobre el que la lluvia golpee y la haga vibrar, quiero que en nuestra sala quepa un pino grande en navidad, uno de verdad, y que juntos envolvamos cajas con papeles de colores y grandes moños, como con los que identifiqué esas fechas en mi niñez, quiero nieve, la que siempre faltó e hizo mi vivencia invernal imperfecta.

Busquemos cualquier planta que en octubre vuelva sus hojas naranja, compremos un gato negro de peluche y pongamos un altar, prendamos veladoras y copal. Aprendamos a hacer pan con azúcar. Compremos un sillón grande en donde al sentarnos nos hundamos, abrázame cuando los dos llevemos suéteres.

Tomemos nuestras maletas y vayamos a alguna playa donde podamos caminar sobre la arena en las madrugadas y en los atardeceres, sintamos la brisa con sal.

Escuchemos música todo un día mientras aprendemos a cocinar. Pensemos en risas pequeñas que algún día deberán llegar. Abramos las puertas e invitemos a los que queremos, al cerrarlas añade tus anhelos a los míos.

Esta lista crecerá y pronto se hará realidad.

Feliz postaniversario

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martes, 28 de diciembre de 2004

Estás acá

Con el puño roto lloramos, el adjetivo fácil, desconsoladamente,
no imaginamos más que desprendimientos,
estamos arrastrados por nostalgias comestibles,

acostumbrados a creer en the cure, a abosrber a Buba a fumar Lucky Strike,

tan comunes.
°°° Ahora°°°
Frente a frente, con la mirada que hasta ahora dedicábamos al espejo, vacío, sin calor.
Nos vemos y nos sabemos presentes, tangibles.
Apenas nuestros dedos se entrelazan y los poros saltan, anunciando la piel saltarina, shockeada.
Todo nuestro cuerpo.

Los huesos de la mano no están quebrados, es la verdad,
el piso frío sobre el que estamos,
el dolor que traería, par de miedosos,
pero niegame que la imagen de golpear la tierra,
negar la próxima renuncia,
resultaría tan asquerosamente poético que me provoca llorar,
y las lágrimas me saben tan bien cuando son besadas.

En tu lugar de origen neva, aquí no, pero el frío ya ha calado mis piernas. La posición de niño solitario rechazasillas me mata, mi flexibilidad tiene fecha de caducidad.
Quiero sentir tus manos, en mis brazos, en mis hombros, en mi cuello y en mis rodillas. Son tan tibias.

O deberíamos pararnos, salir a caminar.

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lunes, 27 de diciembre de 2004

No quiero olvidar detalles, pero escribirlos no detiene la disolución, no por completo.

Dicen que si dejas un centavo en un vaso con coca cola éste se diluye. El uso de “éste” me incomoda. Mis maestros de español y redacción enseñaban lo que podían, no podían mucho.

El jueves pasado cumplí años, ahora cargo más edad de la que imaginé a los 9, cuando me daba el sol en la cara y sentía que el calor adelgazaba, maldita presión social. Anoche vi los supersónicos, the jetsons para aquellos que no vivieron sin inglés. En aquellos tiempos, como parábola religiosa… en aquellos tiempos de infancia soñaba con el año 2000, creía que tener 24 años era una barbaridad, seguro estaré llena de sobrinos y con un miedo profundo a casarme, me dan tanto miedo los cambios de etapas.

Hace unos meses vi un programa de cazamitos en una de las tantos subprogramaciones de discovery channel. Demostraron que la coca-cola no deshace centavos, ni dientes, ni carne, ni siquiera quita el sarro de los muebles de baño. Sea entonces mi dosis diaria de cafeína endulzada culpable tan sólo de mis niveles de azúcar.

Alguien me acompaña en estos días, es la razón que me hace querer imprimirlos en lo más profundo de mis capas físicas y sentimentales.
No quiero olvidar la laguna y la boda en el pueblo, con música de viento y el hombre loco que también bailaba, ni las luces de colores sobre los árboles el día en que busqué zapatos altos y él me compró una chalina. Quiero guardar para siempre los días de azotea y en anhelos aparte a la remembranza quiero enseñarle a disfrutar la compañía de gente extraña, vuelvo al almacenaje de las caminatas a su lado y hasta de la cenas donde el mal humor me acompañaba y él siempre lo hacía desaparecer.

Quiero tiempo para sentarme y dejar testimonio de tantos recuerdos. O mejor aún, que el avión con fecha 2 de enero no se lo lleve. Las turbinas siempre rompen mi corazón. Fuga de nostalgias.

Pero aún no es tiempo. Me dejare de malos pensamientos, muchacha pesimista.
Él sigue a mi lado.

jueves, 23 de diciembre de 2004

¡Feliz cumpleaños a mí!

Estas son las mañaniiiiitas que me caaaanto yo a míiiii
aunque nooo escriba naaada
me-la-pa-so-muy-bien

omaigadnorima

no importa.... Es mi cumple =)

martes, 14 de diciembre de 2004

De luces y olores a bosque.

Quiero

luz dorada en los ojos y medias de seda con tacones estileto. Amanecí con adicción a las alturas añadidas y la nostalgia de los días donde las mafias universitarias regían.

Hoy

no veré el cielo naranja de la tarde por que tomaré una siesta de 20 minutos intentando eliminar el dolor de cabeza y garganta que me acompañan.

Tengo antojo de dulces sabor anís, y sin ninguna intención de rima deseo unos cuantos chocolates reese's.

Principalmente

quiero fundirme como foquito de navidad en huelga, y oler a pino de plástico con polvo del año pasado, para hacer estornudar a los niños que acerquen la cara para ver su nariz ensanchándose de acuerdo al diámetro de una esfera.

Esta noche quiero ser un objeto que descansa, funcionando sólo para realizar maldades ligeras.

Mañana

que sustituyan mi ánimo por un filamento nuevo y un pino que huela a bosque.

En este momento quiero dormir. Es todo.

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ºººKurt Halseyººº

lunes, 13 de diciembre de 2004

¿Mencioné que tengo sueño?

Tengo sueño, tengo sueño, tengo sueño. Pero el vicio no se quita, recordando cómo estos lares me trajeron al amor, como agua de mar que avienta conchitas chiquititas para albergar caracoles chiquititos, como los que ví en playa carrizalillo, divago, pensando que la arena blanca se hundirá con el peso de nuestra presencia.

Sé lo que hice el verano pasado, andaba entre surfers y niñas con cuerpos mtv, tanta esencia contraria a la mía, y lo único que me hacía sentir mi propia alma era la conexión de dos celulares viejos, negros y pesados, que se han vuelto burla de niños, poco deseados para ser robados y pesos extras en los bolsilos, pero oh sí, hermosos objetos para comunicar nuestras voces.

También pienso en otro lugar, en el ombligo del país ,en un campanario blanco, en un balcón para fumar, en donde exclamé ¡qué vista!, pero qué vista con un árbol que de tan normal se volvió hermoso, el lugar era bonito, dirías tú.

Tengo sueño, y recuerdo el verano, cuando mi amado invierno y tú en pocos días llegarán.

A dormir se ha dicho. Visítame en el sueño por favor.

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miércoles, 8 de diciembre de 2004

Escuchando a un voyeur.

Largas ventiscas levantaban sus volátiles prendas, en un vergonzoso performance a lo Marilyn Monroe.

Los lunares rojos sobre el vestido celeste arruinaban cualquier indicio de glamour.

Pero...

Esas altísimas zapatillas púrpuras en coordinación con su ropa interior.

¡Ah!...ésas,

hacían del espectáculo un verdadero festín.

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foto: cleek

domingo, 5 de diciembre de 2004

Ven

Ely regala su playa. Yo no puedo, la arena y yo llevamos una relación lejana a la amistad, el mar quiso llevarme a los dos años con él, pero una gringa se interpuso en nuestra incipiente relación, salvaron a la bebé, desde ahí nada fue lo mismo.

Yo te regalo mi balcón, aunque tendremos que pedirle permiso a mi mamá, porque hasta ahora no soy dueña de nada, cuando mucho del crédito que acabo de meter en mi celular. Pero tienes que ver esto. El mejor lugar de seis a seis y media es acá, en este pedacito de la casa que sale del resto del volumen, el pedazo de cielo que me toca ver es el mejor fondo a la música de preferencia.

No puedo evitar enamorarme del naranja, del púrpura, del verdadero azul que baña mis ojos. ¿Ves? Me vuelvo más cliché que de costumbre. Pero pregúntame si me importa, porque responderé que no. Definitivamente tienes que verlo. En fotografía jamás será igual.

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sábado, 4 de diciembre de 2004

Fan

Me he declarado fan de infinita , pero ella comparte mis ilusiones blogueriles con las letras envolventes de las siamesas Lynch.

Gracias por brindar imágenes tan cautivantes.

jueves, 2 de diciembre de 2004

Cómo no quererte más sí...

Todos se cansan de las historias cortadas por caprichos de una capricorniana que no cree en los horóscopos, de los sueños lejanos de invitaciones a caminar bajo un cielo añil de que leyó en alguna novela mala, se cansan de la poesía renegada, de los sueños fríos cubriendo párpados y orejas a causa de un ventilador que gira eternamente.

Muchos abandonan a la quisquillosa que tú crees buena cuando ella se avergüenza porque se sabe egoísta, con insuficientes recursos para demostrar lo que siente cuando la primera capa de dulce brilloso les muestra a los amados una manzana verde y un tanto ácida.

Algunos evitan a la malhumorada que sin un chocolate, un raspado dulce o una paciencia infinita hiere con palabras duras y ojos fríos.

Pero tú no.

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lunes, 29 de noviembre de 2004

Reporte No.1

Me cansé de no quitar las etiquetas que raspan lapiel de la nuca por no perder las instrucciones de lavado, cuando nunca he dejado de mandar la ropa a la lavandería. Ellos ya saben qué hacer.

Hoy la luna seguía viéndose a las 8:57 AM, cuando salía a trabajar. Sé que no es nada extraordinario, es tan sólo que inicio una bitácora.

Mañana quisiera reportarme enferma. Vida, hoy no puedo salir a enfrentarte. No encuentro doctor que extienda receta a la indiferencia.

Puedo soportar casi todo menos a los temerarios. Dios, ésto es inhumano.

De Lunes a Sábado termino con tinta en los dedos. Los domingos hay salsa valentina en algún lugar del regazo y una que otra palomita perdida en el sofá.

Las notas para historias se acaban, aún así, la realidad aún no es.

Ésta no soy




P.S. Hay dos personas que me acompañan en la oficina, el rango de su edad va de 24 a 29. Entonces... ¿por qué me torturan con canciones de Camilo Sesto?. Va, todo por evitar a los Tem... ¡No! Nombrarlos 2 veces puede causar su invocación eterna. ¡Cruz, cruz!

miércoles, 24 de noviembre de 2004

Extractos.

La tristeza se le pega como polvo convertido en mugre por los años cortos y el exceso de lágrimas. Con la compañía de un tocadiscos viejo, girando los dedos que envuelven cabello al ritmo de nanas que no alcanza a comprender. La imagen falsa de madre (iluminada con colores del corazón dirían los falsos optimistas).

La realidad es el abandono, la angustia de quien se sabe sola, la que aplasta cualquier idea de poesía que difumine su realidad. Acá no hay belleza, una niña no debe llorar así.

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~ººº~


La sed agota los recursos que tengo a la mano. El garrafón no puede exprimirse más y las dos monedas de veinte centavos no atenúan mi nombre en la lista negra de la miscelánea. El agua de la llave corre conun olor extraño que golpea mi sentido común. Muero con la sequedad en la lengua y las comisuras de la boca.

Resisto de milagro. Si tan sólo la vergüenza de pedir un favor al departamento vecino fuese vencido... O la muchacha tímida morirá deshidratada.

martes, 23 de noviembre de 2004

Petición.

Esta vez los sonidos la secuestran y los sabores le huyen.
No es como el principio, la lengua reconoce su origen y los sabores anhelados se han vuelto comunes. No hay quien la entienda. No se le da gusto de ninguna forma. Es la eterna inconforme que por tomar tierra extraña el vacío que acunaba en su regazo, y al deshacerse del contenido en sus manos se arrepiente para comenzar a odiar al aire. Los años pasan y envejece.

Ojalá recuerde que no todo es el oído y las remembranzas. Que se decida y averigüe a que sabe el whiskey sin jugo de manzana. Que busque los naranjas en un día de paseo. Que enliste los objetos con textura de peluche. Que aprenda a usarse toda. Que aprenda a despertarse y encontrar la razón. No se le exige más.

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domingo, 21 de noviembre de 2004

Hace dos años.

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Hace dos años no tenía inernet en el lugar en el que vivía.

Hace dos años pasaba horas en el centro de cómputo de la universidad.

Hace dos años descubrí un blog por casualidad, era de una muchacha que escribía fan fics.

Hace dos años no utilizaba el messenger con regularidad.

Hace dos años era fanática de X Files.

Hace dos años seminario de tesis germinaba en mí una úlcera y una contractura de cuello por tanta tensión acumulada (casi, en realidad no debo exagerar).

Hace dos años vivía una ciudad a la que llegué a amar por congelarme las orejas,la nariz y las mañanas de otoño e unvierno mientras caminaba dos cuadras para tomar clases.

Hace dos años me causaban depresión los domingos y lo solitario del barrio Santiago.

Hace dos años esperaba que el fin de semana un amigo que vivía a una calle se quedara para platicar y robarle casi toda su pizza de masa crujiente y medio litro de coca cola. Meses después me vería llorar en una parada de autobús mientras le contaba mis penas porque...

Hace dos años no sabía que faltaban días para que mi corazón se partiera en chachitos, y con él la ínfima autoestima que me quedaba.

Hace dos años vivía a media cuadra de un cementerio, creo que allí está enterrado un hermano de mi mamá.

Hace dos años abrí esta cuenta sin saber todo lo bueno que me traería.

Hace dos años traía el cabello cortito.

Hace dos años el amor a la soledad que me acompañó por cuatro años se fue convirtiendo en amargura.

Hace dos años es que este pedazo virtual abrío una etapa de mi vida que realmente cambiaría mi vida.

Hace dos años comenzó el trazo a la reconstrucción y mejoramiento de mi corazón, en el lugar menos esperado se encontraba el bálsamo, mi vista por primera vez se dirigía al norte y no al oriente.

Hace dos años faltaban tan sólo unos meses para que mis oídos se agudizaran y mi alma se inflara de emoción al escuchar un nombre de persona que me recuerda a los juegos de lego: Armando.



Y antes de que estas letras se tornen más parecidas a cierta canción de Ricky Martin me felicito a mi misma por los dos años que cumple mi blog (Esta vez no me importa que suene egocéntrica o sinsentido la autofelicitación).

Esos posts que hacen un día especial.

Este sin duda es uno de ellos: Infinita

sábado, 20 de noviembre de 2004

De camino al trabajo.

Ésta es un aparte de mi tierra, y no me pondré a cantar "por los caminos del sur, vámonos para Guerrero..." porque desentono mucho y seguramente alguien me mandará a callar (léase gente extra en mi habitación).

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viernes, 19 de noviembre de 2004

Divagando.

Tengo sueño y la oficina huele a limpio, Recuerdo la casa de una de mis mejores amigas, que olía demasiado a limpieza, se perdía en verdadero aroma familiar, es un hecho que cada casa huele distinto, y ese olor en particular me hacía sentir incómoda. No es que mi casa sea un cochinero y huele a mugre, es tan sólo que en ella sobresale el aroma del guisado que se prepara o la loción de algún hermano despistado. De forma contraria la madre de mi amiga no sabía cocinar, y recuerdo con cierto trauma la ocasión en que su hermana nos hizo comer una crema de fresa caliente.

Otra casa de pisos con exceso de pinol era donde tomaba clases de catecismo, la casa de mi maestra la pelirroja, al terminar las clases solíamos jugar en el patio, hasta que mi papá llegaba en su Ford Elite del ’80, comprado meses antes de mi nacimiento, ambos, auto y yo envejecíamos a la par, hasta que él fue vendido y yo seguí mi recorrido junto a la familia LR.

Dos años fui a catecismo, aparte de la casa de la pelirroja, fui a una donde era la única alumna y los mosquitos me tomaban de tiro al blanco. Mi lugar favorito para catequizarme era el atrio de la parroquia, pero los niños de mi edad aún no sabían leer y escribir muy bien, y como yo ya lo hacía en un nivel algo mayor me aburría de sólo dibujar pasajes bíblicos, y me distraía fácilmente mientras veía a la luz del sol traspasando las copas de los tamarindos que rodean el lugar, o tomaba una ramita para deslizar mis dedos e ir desprendiendo las hojas chiquititas (¿quién dijo ecologista?).

A los dieciocho años me pinté el cabello de rojo, dejé de ir a misa y me rehusé a trapear una vez más la habitación de mi universidad, situación que duró hasta que me daba vergüenza mostrar el lugar y quise oler de nuevo al fabuloso olor limón.

Hoy tengo el color del cabello entre negro y castaño, sigo sin ir a misa y tengo ganas de comprarme un auto de color oscuro para encaminarme (o si me alcanza para las casetas enautopistarme) al norte, como a 1800 km. de acá.


Para terminar, en la oficina ya no hace tanto calor, el tiempo de pensar(escribir) en cosas irrelevantes se ha terminado y tengo ganas de un agua de tamarindo muy fría.

martes, 16 de noviembre de 2004

Intentos [9 febrero 2004]

Hace tres días encontré una caja de regalo afuera de mi caso, en una tarjeta blanca sólo una F garigoleada se dejaba leer, poco me importó el peligro de terrorismo o de broma pesada, y destrocé el envoltorio de un santiamén, bah decepción, ya me veía luciendo un brazalete de jade (estoy en mi periodo verde) para toparme con una bolsa de celofán con 7 granos de cacao cubiertos de chocolate. Una mordida golosa retornó a mis sentidos el disgusto por el corazón amargo de tal golosina, opté por chupar la cubierta de chocolate y dejar el grano pelón.

ººº

Era una niña que hacía espuma con el agua, sin ningún aditamento más, era la acción espumosa creadora dentro de él. Lo descubrió la primera vez que se lavó las manos por sí misma, el jabón se había terminado y aún así sus manos desprendían aroma de mar.

ººº

Había un hilo entre tu boca y la taza de café. Era la saliva espesa que brotaba de un diente derecho.

ººº

En el balcón de mi cuarto hay un limonero, por extraño que parezca, limita sus raíces al espacio desproporcionado de una maceta. Pero en las noches un grupo de hormigas sale a bailar, sí, he dicho a bailar, y no me importa si tras mi declaración surge credulidad de locura, que imposible es a menos que mis ojos mientan, cuando en las noches de luna nueva la cortina del ventanal descubre solamente mis ojos, una mirada sigilosa y metiche que influye en el aquelarre.

ººº

Una invitación a un aquelarre. Con sobre inmaculadamente blanco y un antiguo sello de lacre rojo. Tan sólo espero que el valet parking del sitio sea eficaz.

ººº

Hay veces que camino sin percatarme que mis pisadas abren dimensiones. 3:30 y salgo de mi casa (puntual) a los 5 minutos estoy en un puerto, lo sé por el olor a sal, a los 20 el aire frío me indica una sierra boscosa, los 30 y pies pisan grava, desierto o montículo descuidado por los albañiles. Aún no lo sé.

ººº

Existe un despiste, entre las 7 a 8 de la mañana se me olvida todo, no es que yo recuerde, pero siempre sufrí tal problema, lo sé por boca de mis profesores, mi familia y amigos. Dicen que mi mirada se pierde en un punto indefinido y mi boca se mueve para hablar en una especie de francés extraño, más extraña que mi pronunciación deberá ser que nunca he tomado una sola clase de idiomas, a mi la globalización y la cultura me viene valiendo un comino (o una semilla de ajonjolí, que más pequeña es).

Ahora son las 8:34 y una de mis “crisis” por darle un nombre ha pasado, Pero ¡Oh dolor!,
Debo confesar lastimeramente que no es una sola a lo largo del día, también ocurre de 10 a 12 y de 1:30 a 3, por suerte no iba manejando, ni voy a la escuela, ni trabajo, digamos que mi desorden me ha convertido en haragana matutina.

Mis actividades serias tendrán que ser resueltas después de la hora de comer. Mi novio se ha acostumbrado ya, después de todo él aprovecha para irse a trabajar...

y esto nunca continuará...

viernes, 12 de noviembre de 2004

jueves, 11 de noviembre de 2004

1er. día en el trabajo.

Era un post-it desperdiciado. La muchacha siempre perfeccionista (según ella) lo desdeñaba por tener una esquina doblada.

Pobre hoja amarilla, más amarilla que los demás; era la bilis derramada por un hígado plano de papel.

¡Discriminación! -grita eufórica la hojita- Los arrugados también hacemos recordar.


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~ººººº~


Silvio perdió un unicornio azul. Yo presumo que tengo cuatro... y de diferentes razas: uno es negro, otro azul, la hembra es roja, y un alienizado verde se cuela también. En este escritorio aceptamos la diversidad, sobre todo cuando de mitología papelera se trata.

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martes, 9 de noviembre de 2004

Entrenamiento.

Entre un sonido dulce, que eleva las manos y las mece, y entre una brizna de viento que juega a ser frío, me parece ver letras sólidas que flotan a mi alrededor, desprendidas de la pantalla incapacitada para cubrir ciertas necesidades, son las compañeras en la soledad que pierde batalla tras batalla.

Valiente soldado pretendo ser. El verde militar impregna la ropa y resalta el tinte amarillo de mi extraña palidez, andando con paso 1, 2, 3 y cantando extrañas rimas entreno cada vez más fuerte los músculos de los ventrículos y las aurículas que bombean al ritmo de tu nueva máquina de escribir antigua.

Y yo aquí sigo peleando, y tú sigues escribiendo y yo sigo tratando y tú sigues creyendo. Y así vencemos y así perdemos. Norte y sur sin guerra civil, más bien esperando a que llegue el día "D".

¿Y las letras corpóreas? no las olvido, son tu envío, convertidas en rudas entrenadoras que me harán todo una GiJane, en una de ésas, por qué no, conseguiré el cinturón negro en karate y te defenderé de todo aquello que te quiera comer, aunque en este caso los robots sean sustituídos por entes más mortíferos , tristeza o desesperanza... ¡yia!

Después de todo la espera resulta mejor con música de fondo.

P.s. cualquier parecido con una tal Yoshimi es meramente a propósito. Gracias.

Sí, sabes que ésto es para tí.

Pasa la medianoche y el recordatorio de aniversario pierde eficacia, era ayer, o realmente el día antes de ayer, porque el suitjart fue mal grabado en mi memoria, así que la fecha oficial se convirtió en un mentiroso 8 de noviembre, que al final no miente por un día, si no por muchos más, fue en junio, días antes de la graduación cuando te conocí, Zeus y una mortal iniciaron una historia diferente a la mitología griega. Y definitivamente esta historia me gusta más. Gracias por ofrecer el bálsamo para la tristeza, en ningún lugar podría encontrar uno mejor. Te quiero.

sábado, 6 de noviembre de 2004

Frases sin relación.

Todos dicen aprender, de un viaje, de una salida con los amigos, de una experiencia nueva. Hasta hoy me cuesta hacer recopilaciones de síntomas de madurez, parece que toda experiencia se me resbala y me deja en la total ignorancia, tal y como el día en qué nací.

Ayer después de muchos años fui por el pan, en realidad creo que nunca había ido sóla a comprarlo, es más, en mi casa rara vez comemos pan casero, pero una madre enferma tiene caprichos extraños. En el camino me topé con una tiendita híbrido papelería/miscelánea, de esas pequeñitas, que sirven para abastecer al chamaquerío de la cuadra, estaban colgadas láminas de la revolución mexicana, me sorprendió reconocer el mismo diseño que yo recortaba en mi tarea de 10 años atrás.

Cómo quisiera encontrarme con más tareas sencillas, con cuestionarios de opciones múltiples, que copiar el reverso de una monografía con el nombre de Frida Landa fuese suficiente para resolver la vida. Pero no, ahora es el tiempo de un método más complicado, bienvenida al mundo real, esta vez el mundo sí va en serio (Aute dixit).

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lunes, 1 de noviembre de 2004

Modificando mi vestuario grabaron recordatorios.

Y aunque el camino que me lleva al diseñador es gris pavimento o azul de cielo, la Dorotea no trastabillea, porque el destino, ése sí es amarillo, el muchacho ojos de sombra vive entre muros color sol. El sol que en mi falso Kansas sobra, me hace derretir en pleno otoño cual bruja malvada, pero ese corazón de ojos sonrientes en mis zapatos no rojos algún día me llevará de nuevo con my own personal mago de oz.

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domingo, 31 de octubre de 2004

Una noche.

La puerta cerrada con llave indica que la hora de dormir ha llegado, sobre la casa el silencio convierte los ladridos de los perros vecinos en torturas para la paz, y la intensa sed lucha contra la pereza de levantarse, hasta que un temblor en el cuerpo indica que la mente ha pensado en la nada, el miedo más profundo, dejar de ser y nunca regresar, como cliché de pavor se siente la gota de sudor recorriendo la espalda, de la nuca al cóccix el rastro húmedo, el corazón parece reventar y un impulso yergue el cuerpo.

Los pasos despiertos y agitados encaminan a la insomne a la recámara del dormido, le dice entre nervios erizados que la noche se ha vuelto mala. El dormido ya no recibe ese adjetivo, porque su tarea ahora consiste en recostarse al lado de la miedosa para abrazarla y contarle un cuento. Él se convierte en dragón que busca malvaviscos en un castillo donde sólo vive una princesa, el final llega con el sueño logrado de la que no podía dormir. Todo esta bien, la noche recibe el descanso de esa casa y permite que la nada y los ruidos inquisidores sigan su curso sin molestar.

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Hablando de Juárez.

waiting for the great pumpkin dice:
no te he dicho?!!!

waiting for the great pumpkin dice:
jaja

waiting for the great pumpkin dice:
me reí como 2 horas cuando llegué y ví algo

waiting for the great pumpkin dice:
Armando les contaba a todos y yo toda roja

waiting for the great pumpkin dice:
tienen un eje vial que se llama Juan Gabriel!!!

waiting for the great pumpkin dice:
jaja...todavía me río

Oscar dice:
jajajajaja

Oscar dice:
a poco?

Oscar dice:
jajaja

Oscar dice:
no manches

Oscar dice:
paso a desnivel el "buki"...

Oscar dice:
nomas les falta el polideportivo Te-te-te-te-temerarios


N.A.En serio, la gente de Cd. Juárez se portó muy, muy bien conmigo, pero ese dato me pareció gracioso.

viernes, 29 de octubre de 2004

Invitación.

Hoy es un día bueno, la casa huele a fin de año, y he aquí la amaasociaciones, levanto la mano y me paro de puntitas para que me veas, aunque no haga falta, porque no soy precisamente chaparrita, pero ya me conoces, me parece tonto escribir definiciones acá, donde no son importantes, donde nada es importante, en realidad ésto podría no existir y nada pasaría, ¡ah qué felicidad la no presión!.

Qué suerte que no soy neurocirujana, o encargada de una torre de control dirigiendo aviones, manejar el control remoto y los controles del ventilador no causan ningún estrés.

Huele a ponche de frutas, y yo no fui la cocinera, ¿quieres tomar una taza?. Invitado estás.

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miércoles, 27 de octubre de 2004

martes, 26 de octubre de 2004

Ésto que debería quedarse tan sólo en mi cabeza.

Me canso de intentar, de creer que las cosas se componen.

Hay veces que la energía se agota y no hay manera de recargarla.

No hay otra forma que conozca para funcionar: Demasiados fallos, demasiada tristeza, mucha melancolía, y la eterna pregunta de ¿vale la pena el esfuerzo?.

Tengo que añadirme culpa, porque "se ha tenido demasiado, no hay razón para sentirse así".


Conclusión:

Entonces, cómo le digo a mi demonio interior que me deje de torturar.

sábado, 23 de octubre de 2004

No nos quedaremos esperando.

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En medio del campo de calabazas, dice el recado, ahí te veré, porque cambiaste el mencionado centeno, con el ánimo de conservar la búsqueda de pureza, el mundo está lleno de brontosaurios, lo sabemos, pero busquemos a las Phoebes disfrazadas de brujas o de hadas, busquemos la llegada de la Gran Calabaza en el lugar adecuado.

Y la que será mi primera visita a un sembradío promete la bendita compañía de un corazón de cereza, el que invita a la muchacha encerrada a conocer el aire abierto del cielo púrpura que cubre las hortalizas naranjas. Cierto, no conozco ningún campo de cultivo, y deja las riquezas o altas sociedades que no conozco, no, no son el motivo, si quieres oír la respuesta escoge entre a) apatía o b) miedo, elige.

El fin de octubre nos da pocas opciones, entre ellas impregnarnos de felicidad mercadotécnica, el espantapájaros y la noche que aúlla con su boca-luna llena erizará los poros y colapsará las células. Pero sentiremos, no importa que el celofán que envuelva esta vida sea barato, pongamos cintas negras ¿sí?, déjame ensayar el moño de fantasía tamaño jumbo. Nosotros en la noche podremos volar y buscar ésta o cualquier mítica figura, aunque Charly siga esperando otro jalogüin, a nosotros ya no nos sirve el verbo esperar.

jueves, 21 de octubre de 2004

Mezcolanzas.

Tiene tan poquito que me volví fan de la niña que me presentaste, la amargadita, dibujada en blanco y negro. Quisiera ser así, o como la rainbow brite, quiero tener una personalidad, no importa cuál.

Si me llevas a tu casa prometo aprender a hacer pay de queso, prometo echarle suavizante a la ropa, aunque el olor me hace estornudar. Dime que tendremos un gato negro y un porche para sentarme a ver el amanecer y el atardecer, empujando con un pie la mecedora que estará al lado de la tuya.

¿Recuerdas a la niña de cabello negro? Empezaré a imitarla desde mañana. El arcoiris puede esperar.

miércoles, 20 de octubre de 2004

Me dice, le digo.

Le dije que podría escribir una carta donde haga un inventario de todo lo que sucedió, pero en verdad no sé cómo hacerlo, he olvidado detalles.

Volvemos a los cables me dice, y a las señales de satélite replico.

Nuestra proximidad y libertad tecnológica estuvo a punto de cumplir cuatro semanas, y la fiesta de celebración tuvo que posponerse, quizá haya otras cuatro semanas que se nos presenten en las mismas condiciones -o tal vez no- pienso, sin decírselo.

Huele a canela, mi memoria olfativa se dispara a los días en que... *conexión de recuerdos rota*

¡FUE UN ZÓCALO MOJADO! -Parezco gritarle en la pantalla del mensajero, ¿bendita? tecnología. ¿Recuerdas? Nunca pude ver el espectáculo de fuentes danzarinas. Me dices que sí lo ví, pero estás equivocado, verlo a medias no cuenta. Querías correr, demasiada cerveza, demasiado café.

Y las velas, me faltó confesarte que en esa misma mesa estuve con alguien tiempo atrás, no fue a propósito, elegí la mesa sin pensar, no tiene caso, para mí ya nada significa, de cierta forma es el culpable de nuestro encuentro. ¿Será cierto que todo lo malo pasa por algo? Entonces, esas lágrimas tenían propósito, que tú las recibieras y poco después las besaras.

Necesito creer que esta conversación tiene un sentido, dímelo tú.

Y uno de nosotros aparece sin conexión.

martes, 19 de octubre de 2004

Esto lo soñé.

Eran muertos tempranos, con rutinas tan aprehendidas que no pudieron soltarlas a pesar de que el reloj les demandaba un alto a sus quehaceres de escuela. Su recreo terminaba para siempre, ¿pero cómo decírles la noticia cruel? Era mejor aguantar el temblor de la mandíbula y el frío en la espina al verlos desfilar, formados tan perfectos, tan pulcros, dignos de su uniforme caro.

Sin saber que el escudo bordado representaba la vida, ¿y quiénes no llevaban la insignia? pobres ingenuos, ¿hasta cuándo notarían la falta de respiración?.

Enmedio de un baño de mosaicos verdes con un sonido de percusión (zapatos de niños multiplicado con ecos), la intrusa de cuerpo grave no entiende lo que sucede hasta que despierta, o al menos eso desea creer, liberándose de...

domingo, 17 de octubre de 2004

Incluyéndome en el recuerdo.

Veo que come una nuez y guiña un ojo, come otra y se rasca la mejilla, muerde la tercera y se asoma a la ventana a que el viento le sobe la nariz.

Con palabras frágiles intento guardar su esencia en un cubo concentrado, inspirada en el consomé de comercial que me acompaña en esta visión.

Él voltea y parece adivinar mis intenciones de sobremesa.Trae la camara fotográfica y aprendemos a utilizar el temporizador.

jueves, 14 de octubre de 2004

Fuga frustrada.

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Logró escapar.


Va enmedio de 2 sombras, entre cielos no vistos y tierras blandas para sus pies duros de encierro. Se somete a la luz de un sol que creía perdido, idealizado entre tintas y óleos de su talento frustrado, en la soledad las falsas virtudes parecen inflarse.

Ahora contra la luz se minimiza y comienza a secarse, perdiendo agua a montones cual hoja de otoño. Sus salvadores la proveen de auxilios tardíos, entres sus manos ella se resquebraja.

lunes, 11 de octubre de 2004

Adiós al norte.

Podría decir que estoy bien, y lo estoy, si me comparo con una coca cola que fue abierta el día de ayer, la esencia continúa intacta, pero la chispa y las burbujas se han esfumado. Te extraño, y mucho.

Tengo antojo de alitas, y de una tarde de cine, dentro de dos días será miércoles, y la rebaja en los boletos me serán inalcanzables, esta vez el aire acondicionado a todo lo que da y el chocolate terminándose antes de que finalice las recomendaciones de guardar silencio y apagar el celular formarán parte de la historias de otros, pero no de la nuestra. Necesito tomar agua, aquí hay más agua que estados arriba, estados que cruce enmedio de nubes, el sábado pasado mi recorrido fue entre nubes y entre niebla, parecía que el cielo se deslavaba como mi corazón con la tristeza.

En el avión me despojaron de las primeras flores que me interesaban, con aquel moño rosa enorme y las pequeñas flores moradas que fueron mis favoritas, si veo a la azafata mentirosa tendré ganas de lanzarle una patada (y con coraje, a éstas se le quitan lo mariconas -a las patadas, no a las azafatas-), pero no valdría la pena, porque al final nada se resolverá, y me gusta más enchilarme con las buffalo wings que con las personas que me quitaron tus vestigios. Quiero alitas, comerlas contigo y con nadie más, y una coca recién abierta y llena de hielo, para dibujar caritas felices en el ticket de la cuenta al creernos especiales para la mesera, mugrosa desilusión, la muchacha sigue los principios de sonreír a todos los clientes. Pero somos únicos, sí, o al menos tú eres único para mí, nadie cómo tú, nadie. El nino con ojos alhelí.

Esta muchacha se va a resguardar, como refresco fresco (no a la soda) que busca la boca que la sabe saborear.

¿Quieres Cherry Coke? . En Diciembre me renovaré, y ahora sí, que el mundo se cuida de las burbujas que recrearé.

*corte*

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jueves, 9 de septiembre de 2004

De la fascinación de tomar un baño mientras la noche comienza a caer.

No importa cuántes veces se haya hablado de la muerte del sol y los efectos que causa en los niveles de melancolía, pero, acabo de tomar una ducha mientras dejo correr canciones pasadas, y me siguen asombrando los efectos disparadores del recuerdo.

Porque Mecano y Era me recuerdan mis primeros días en la universidad, cuando tomaba el autobús de una ciudad desconocida para dirigirme a las clases de 7, de una carrera que aún sigo sin comprender, relación odio-resignación-afecto.

Porque Dido me dice que en Diciembre del 2003 conocí a la mejor persona del mundo, y aunque la letra de despedida del amor sin renunciar no cabe en mi historia, la múscia es la que causa estragos y me lleva al momento de espera, cuando el teléfono me hacía saber que había llegado a la terminal de autobus.

Porque un simple olor de jabón me hace sentir de 6 años y me prepara el segundo año de primaria, cuando las tablas de multiplicar eran el hit.

Porque el último rayo de luz sobre los azulejos y la caída de agua sobre el rostro no me dejan creer que la vida pasa tan rápido y yo sigo procesando momentos que mañana serán solo recuerdos, que el hoy será ayer, y estas palabras se repetirán en otro lugar.

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jueves, 2 de septiembre de 2004

Yo no sé cuánto me quieres,

si me extrañas o me engañas, sólo sé que ví llover, vi gente correr y no estabas tú.


Existen recuerdos que se mantienen difusos en nuestra memoria, inciertos, que mantienen la duda al filo, ¿fueron verdad o los soñé? ¿será que simplemente son endemoniadamente parecidos a alguna otra anécdota vislumbrada en un rincón de la vida o me los topé de frente?.

No puedo saberlo, y en el baúl llamado cerebro, tengo guardadas decenas de estas imágenes. Pero no las enumeraré, en este momento en que el shuffle hace estragos en mi biblioteca de música saltando del tango a los boleros, pasando por trova y un poco de pop rock, se cuela el sonido de tres guitarras que me avientan unas palabras de mi padre, aquellas mismas que no puedo establecer si fueron pronunciadas, o son remiendos de pláticas diversas que yo tejí como colcha de retazos, así que confiaré en que mi memoria no me es infiel y me dicta que a mi padre un éxito de los panchos le es especial.

Porque hubo un tiempo en que un joven estudiante enamorado de una muchacha de aquella ciudad de los ángeles deambulaba triste por no saber de ella desde semanas atrás, un pleito que parecía terminar con un futuro promisoriamente unidos.

Fue entonces que la moda del radio dictaba momentos de fotografía melancólica, lluvia, frío, llegada del otoño y hasta una estrella azul brillante, instantes en los que se desea tan solo una mano cálida y tierna, ese mismo muchacho que ahora me cuesta tanto imaginar podía escuchar la melodía y sentir un hueco en el esternón, ahí donde el corazón se apachurraba en afligidos latidos que llamaban al perdón del alma gemela herida.

El muchacho a través de su ventaba podría tener un libro gordo anatomía enfrente de él, pero su vista se dirigía a una tormenta vespertina, tan poco común en su ciudad natal.

La anécdota se llena de otros detalles más, algunas veces el muchacho escucha la canción cuando se protege bajo una cornisa de alguna tienda de dulces típicos, la radio del empleado acompaña su gabardina mojada y sus manos frías, aquella misma reacción que heredó a la hija, resultado de un final feliz, a la que le gusta enmarañar una simple historia que no puede recordar si su padre realmente le contó.

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Que el fin aún no llega.

El "nos vamos" continúa.

sábado, 28 de agosto de 2004

Incluyendo gente parlante.

No basta que hables sobre sueños raros para descararte y despertarte hasta la una de la tarde.

Es que personalidades discordes me invitaron a una fiesta y en el vestíbulo del hotel había marea baja, altura perfecta de tobillos con arena y agua salada.

Primero despiértate totalmente.

Ok.

viernes, 27 de agosto de 2004

Inconforme.

Pero se sigue caminando y se encuentran hierbas rotas de calor entre las grietas del adoquín. Es el paseo que diariamente recibe la ruta del pan. Porque es una familia tradicional, con merienda de pan dulce y leche de sabores tradicionales, entre chocolate, fresa y vainilla podrá variar el menú. Aún no anochece, pero la cena inicia su curso, lanzándome a comprar el diario encargo. La tarde se resiste a morir, mi piel no resiste el sol, siento que me derrito. Hoy cambiaría las masas por nieve de limón agrio.

La Belleza.

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...Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada la belleza.

[Luis Eduardo Aute.]



Mugroso hoy.

Porque nunca hablo del sol que parece estallarse contra el concreto de un pueblo común, y le busco disfraces de mis deseos.

Porque ahora todo se concentra en un será y no en un es, y la angustia parece consumir a una débil. Que sí, hay esperanzas, y muchas, la resumiría en una palabra singular y mayúscula, pero hoy es día de minimizar, de reflejar las imágenes a través del sudor que se impide por un ventilador número tres, de la casa invadida por polvo asqueroso y la rutina de televisión- comida-dormir.

Quiero escribir acciones, qué tal si camino y encuentro una silueta a punto de desvanecer, la persigo y descubro que… ya lo he hecho.
De marionetas que secuestran a alguien que no tengo la más mínima idea de lo que hablo.

La realidad de hoy no me gusta, creo que cambiaré de canal.

¡Iridia, Iridia!

Tocó el turno de ganar a la menor de la familia Salazar.
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Iridia Salazar Blanco
Medalla de Bronce en Tae Kwan Do, división 55 Kg.
Atenas 2004

jueves, 26 de agosto de 2004

Es turno de Oscar Salazar

Oscar Francisco Salazar Blanco.
Medalla de Plata en Tae Kwan Do, categoría 58 kg.
Atenas 2004.

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P.s. Como muchos ví el combate final y anhelé el oro, pero recordé que la mayoría de nosotros da patadas muy mariconas (más yo), así que honor a quien honor merece.

miércoles, 25 de agosto de 2004

De nados.



Son insuficientes las historias de alguien que se recluye en una esfera, que no acepta llamadas del exterior ni vestigios del pasado.
Prefiere crear sus días, siendo imposible cuando las combinaciones se han agotado.

Quizá agite moléculas y licue átomos hasta hacer kaboom.


Cierra la libreta y se abriga con el suéter rosa que de tantas lavadas palidece al blanco que sus ojos debieran perder a causa de tanto insomnio monopolizador de ideas, pero su físico es resistente.

Resurge a la calle y comienza el nado entre la espesa niebla de un sueño que parece no terminar.



Añoranza.

Sé que el agua es tibia, como cierta piel que recuerdo, son las piernas que sienten el pequeño golpeteo de las olas provocadas por la poca privacidad del deportivo, la piscina compartida por decenas de clasemedieros ansiosos de pertenecer a un club social. Tendría que sumergirme para que mi rostro pierda el rictus de la inactividad. Aguantando la respiración para bucear lejos del mar.

100 vueltas, 25 kms. y 14 puntos.

Le dieron la segunda medalla de plata a la delegación mexicana en la prueba de puntuación de ciclismo.
¡Felicidades Belem Guerrero!

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domingo, 22 de agosto de 2004

Exprimidos

ºººCUANDO UNA COSA LLEVA A LA OTRA

Es que hace meses que no pisas el adoquín con los pies desnudos.

Intento olvidar el calor, quiero alejarme del hielo frappé bañado con mieles de fruta.

¿Un nuevo régimen?

Sí, el de olvidar sus sabores favoritos.


ºººCONVERSACIÓN AL TELÉFONO

Toma una brizna del pasto (olvidémonos del césped, no hay glamour) y pásala debajo de tu nariz, me gusta escucharte estornudar.

ºººGROUPIE

Los diálogos no forman parte de mi vida, yo nací para alabar al narrador.

ºººEL CORAZÓN QUE LATE

Abrimos la puerta, inundándonos las entrañas con el miedo, la angustia de saber la casa vacía.


ºººINVENTOS NECESARIOS.

Hay un gis que jamás se pulveriza, no mancha las manos y la cara permanece intacta, no delatará la intromisión en el escritorio vedado.

Hay un bloque de hielo que jamás se derrite, entre el agua que refresca la garganta, vive eternamente (hasta ahora, eternidad presente).

sábado, 21 de agosto de 2004

En el mar...




la vida es más sabrosa.

Supuestamente.

Algunas sentencias no se aplican a nosotros.
Los que recogemos lamentos.



Llegará el tiempo de la nieve.
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viernes, 20 de agosto de 2004

Primer oficio descartado.

Sólo hago reír cuando mi risa se estampa contra mis chistes malos, un poco de burla & compasión. Je con eco. Payaso

Aquí todo sigue igual.

Sin piel cambiando a un tono más decente, ni ganas siquiera de compararse con todas esas extranjeras que parecen salidas de una pasarela o los surfistas con pose totalmente cool. Pero sí con olor a sal aquí en mi sur lejos del mar, en mi tierra que no es eterna costa, palmeras, hamacas ni lentes de sol, quizás deba dejar la ilusión de huipiles y panzas que se mueven por un peso, que las tardes nubladas y la melancolía no tienen cabida en el mundo perfecto cuya burbuja no deseo romper.

Esta línea se aleja precipitadamente de la palabra precisa, si es que alguna vez se intentaba acercar.


ºººCreyó que la vida de escritora le había sido negada, pero tarde o temprana la descubrirían y sería famosa, su virtud en el mundo sería descubierta. Esperó sentada tantos años, que pequeñas telarañas se formaron alrededor de su boca, enflaquecida, perdiendo los kilos que en su juventud le pesaban en el espejo, se cubrió su sexo inexplorado, y sus oídos perdieron la última cordura que conservaba, el equilibrio mental había sido roto. Jamás fue descubierta, sus mediocres letras no la abofetearon para hacerla reaccionar.ººº

Difuminándose.

El niño se mimetizaba en los rincones donde habitaban las costras de mugre de la casa familiar. Sin ser barrido por las miradas de padres aprobatorios o desaprobatorios. No le interesaba ser el hijo modelo, el pródigo o la oveja negra. Deseaba tan sólo que lo dieron por nunca nacido.

Intento de.

Creyendo en la ineptitud que sus manos le otorgaban se prometió jamás usarlas, ni para escribir, cocinar, ni siquiera acariciar, era una estúpida pérdida de tiempo tan sólo intentarlo. Era la última vez que lo hacía, una despedida al uso de sus extremidades superiores. La elaboración de una pequeña guillotina y tragar alcohol hasta embrutecerse, no sentir cuando se tasajeara su inutilidad. Cayó sin sentir dolor. Tenía razón, sus manos jamás le sirvieron, La congestión alcohólica hizo efecto.

viernes, 13 de agosto de 2004

¿Diario?

Un dolor de dientes (sí, dientes, no muelas) que retornó hizo que la tarde y la noche de ayer fueran un asco. Creí que mi salida a la calle recrearía un día por así decirlo feliz, pero el dolor me tenía en escenas suspendidas, el tiempo se detenía para decirme que las punzadas eran fuertes y no tenían ninguna intención de irse, la espalda se erizaba y pequeñas lágrimas maldecían la sensibilidad y alergia al producto que mi hermana dentista olvidó probar primero (si algún cliente de ella lee ésto, no se preocupe, sólo comete errores con los familiares, qué suerte). Corté el recorrido-tarde de compras y visitas con mi mamá para ir corriendo a tirarme a mi cama. De ahí hasta las 5 de la madrugada busqué el alivio en demasiadas pastillas analgésicas, lo que provocó que mi horario de sueño se alterara, este día tuve visión en trailer (de películas) recuerdo haber jugado 5 minutos con mi sobrino y perder conciencia, desayunar chocolate con leche (creo que yo lo hice) y perder conciencia 5 minutos viendo la inauguración de las olimpiadas y perder conciencia, ahí decidí dormir, de vez en cuando abría los ojos, así que, alcancé a ver al contingente mexicano desfilar. Dice mi mamá que me quiso llamar para comer, pero al verme tan dormida cambió de opinión, al final desperté, alcancé a ver cómo se encendía la llama olímpica (y asombrarme cada vez más con Santiago Calatrava) y al menos, por ahora, creo que la conciencia ya no se me perderá. Sin garantía.

miércoles, 11 de agosto de 2004

Cobi, la mascota más genial...

vive... junto al mar en Barcelona.

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1992, yo con 11 años y medio a cuestas vivía los primeros juegos olímpicos que mi memoria captura con mayor nitidez.

Pero no eran los deportes los que me apasionaban, aunque recuerdo que mi hermana me explicaba una y otra vez las reglas de cada uno(cosa que aún sigue haciendo, porque al parecer cada 2 años -incluyendo mundiales y olimpiadas de invierno- me obstino en padecer amnesia deportiva), tampoco era la boca abierta soñando con ser gimnasta, nadadora, clavadista, atleta o volibolista lo que definieron esos meses en que la pubertad estampaba su primer pie en mi vida.

Era su mascota: Cobi, inspirado en los perros ovejeros que habitan el Pirineo Catalán, con su silueta que dibujé mil veces en cualquier superficie que se dejaba, sintiéndome tan talentosa como Xavier Mariscal, su creador. No sé quiénes más coleccionaron las estampas de Bimbo y se obstinaba en llenar el álbum, o vieron cada tarde la caricatura con la canción de entrada que aún no olvido.

Pero lo recuerdo, con nostalgia desde que en la clausura llena de fuegos y demonios, se despedía sobre un barco plateado que convertía al cielo en su mar. El adiós que difuminaba para siempre su perfil inmutable y la perpetua nariz alzada, su sonrisa sencilla y el flequillo minimalista que jamás se despeinó.

El tiempo pasa, y para mí sin duda, Cobi es la mascota más genial

Para olvidarme de un mal día.

Sólo basta con saber de el hombre elefante.
La siguiente es una de sus obras.
Y sí, nos parecemos. Ja.

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martes, 10 de agosto de 2004

Recuerda el día en que tu pupila vertió su negrura y la mirada se volvía inhumana, tan cruel. Piensa en la ocasión cuando las astillas en los pies tiernos producían la emoción necesaria para lanzarte como actriz. Un poco más de esfuerzo y tendrás el sabor amargo debajo de la lengua, meses atrás, con lágrimas que carecían de sentido.

Hoy, aquellas sensaciones vuelven difusas, porque tengo miedo, el miedo de un recorrido nuevo. Quiero esperar.

El ventilador suena tan intenso, es la noche, la madrugada que acentúa las sensaciones indeseables. Hay sudor frío en la espalda y cabello revuelto en la soledad, qué puede significar si no una terrible angustia. Angustia para una mujer con pocas preocupaciones, tan pocas y tan insignificantes. Tan importantes para ella. Tan intensas.
Creía que saldrían palabras diarias, las adecuadas y la inútiles pero que fingen serlo, las cabezas asienten y yo me quedaba tranquila, cumplía mi función de hablar.
Poco a poco enmudecí y las cortinas a mi alrededor se ataron, con nudos que parecen imposibles de deshacer sin sangrar la mano completa.
El encierro era inevitable, la ventana cerró herméticamente. Sin luz y sin aire la vida comenzó a desvanecerse. Porque ya no era necesario hablar, ni siquiera con aquellos ojos que expresaban, los gestos de la piel se comprimían en una posición para dormir.
No había salida. La puerta desvanecida con magia malvada. Tan sólo un vaso con agua que se sorbió en dosis lastimeras con la última esperanza golpeada contra los muros.
Sólo quedaba esperar.

lunes, 9 de agosto de 2004

3er. semestre.

Dicen que los espías saben moverse sin hacer ruido, así que los ensayos para bajar las escaleras sin despertar a las otras inquilinas de la pensión era una tarea seria. Crucial para la misión: ser la primera en apropiarse del baño, tener mucha agua caliente y llegar temprano a clases.

domingo, 8 de agosto de 2004

Olvidando el dolor en los dientes

Caminábamos sobre el filo de la banqueta, mi amiga se veía casi tan alta como yo, sus pasos eran en zig zag, y arriba de zapatos con plataforma. Tiene ojos un tanto rasgados y el mismo cabello lacio que yo podía presumir a los 8. Ella es bonita, yo, tengo cara de niña buena, y después de todo lo soy, un poco aburrida si no hablo de algo que me apasione, pero sé reír mucho y de verdad. Íbamosa la casa de otra amiga, ella tiene una alberca con agua muy fría -cuando tiene agua- este año la decoración es un poco de lodo en el fondo, algo le falla a la instalación, no podemos nadar. Hace años que no nado allí. De niñas presumíamos de nuestro cabello lacio y encima de una balsa inflable jugábamos a ser Jacques Cousteau.

Esta vez jugámos a que somos grandes, nos escandalizamos con la "nueva generación". Jugamos a ser ancianas que ve con ojos asustados tal degeneración. Crecemos lento, la inocencia nos tiene atrapadas aún. Seguiremos creciendo.

A pesar de que estoy a punto de llorar (auch)

Necesito calor, me duelen los dientes (¿por qué mi esmalte no resiste un simple blanqueador?) y reafirmo que mi umbral de dolor es tan bajo que cae en lo risible: miren a la cobarde, y sí, temo, temo, y mis pensamientos se centran en lo que siento. Descubrí que el agua o aire caliente sobre mi piel disminuye la sensación.

Hace un par de horas celebré por teléfono una fecha para recordar, sí, me gustan las fechas, me gusta que se acuerden. Hoy un 8 pero de hace 9 meses sucedió algo que ninguno de los involucrados creíamos posible tiempo atrás (-esas cosas imposibles, ja, qué ridiculez- pero ¡toma!, que más rápido cae un hablador).

Es todo, a pesar de quejarme y querer dormir un rato para no decir mas auch, quiero manifestar que estoy feliz, realmente feliz por nosotros 2.

jueves, 5 de agosto de 2004

¿Mi casa?

Mi cuarto está tomado, un niño de dos años que se asustaba con la lluvia pirotécnica que parecía caer sobre su cabeza (hace un par de horas) es el invasor. Duerme, y yo, velo su sueño por algunos minutos mientras la madre lava mamilas. Escribo y mi piel se ilumina con las luz verde de una lámpara que hice con mis propias manos (con la ayuda de muchas otras, equipo empresarial, calificación: 10). Mi cuarto en penumbra pierde el sentido de mío, ni mi cuarto ni mi casa, no tengo pertenencias. No tengo lugar.
Busco estampar sobre algún muro real el certificado de propiedad, pero los muros reales son caros, buscaré entonces un aire propio, un muro estructurado con esperanzas que muten en realidades. Cedo lugares y miro mi hora de partir, agendada, el tic-tac inicia.
Observo cansada, he caminado por el pueblo donde aún se celebran las fiestas de parroquia con castillos y lluvias de fuegos artificiales, tamales, atole y churros cubiertos de azúcar. Quise entristecerme para crear drama, fue un fracaso, perdí la capacidad de la añoranza prematura.
Han dejado de importar los colores, las luces, los sabores, ni siquiera me detendrán los cariños, los empacaré y viajaré con ellos. Tengo la certeza de que éste, que era mi lugar, ya no me pertenece.

viernes, 30 de julio de 2004

Formato antiguo

Qusiera que la pantalla se volviera papel para desgarrarla con lápiz negro. Podría conseguir hojas de verdad, pero es grande el hastío.

Tal vez me convierta en aventurera, arriesgando y conociendo. No suena tan mal. Al fin que los lujos conocidos son pocos y en verdad modestos. Es cuestión de valor.

En la plataforma se da un paso para sentir el vacío y el estómago subiendo a la cabeza, después el frío y las burbujas que recorren el cuerpo sumergido en agua.

O

helémonos al salir del baño con viento y sin calefacción, dejemos secar la piel con un tono azul. Que los dientes actúen en tintineo para sabernos vivos. Hay movimiento.

Perdamos el miedo.

Hoy leeré un cuento antes de dormir, como el niño al que nunca lo acompañaron en la despedida del día conciente. Pero no importa, hay compañías que ya no son necesarias.

Otras vienen, el tiempo corre y yo espero, mientras tecleo y añoro una simple hoja de papel.

miércoles, 28 de julio de 2004

Con mucho limón por favor.

En verano hace menos calor, en esta ciudad de los termómetros saturados. Hoy me he dado cuenta que mi pantalón favorito ya está viejo, pronto morirá, esperemos que llegue al invierno donde la mezclilla diluída se saborea con un suéter y café en la mañana. Me gusta diciembre, que ya no está tan lejos, igual mis 24 años se acercan, latiendo a cada paso, la madurez (ajá), pero aún quedan 5 meses. Me pregunto dónde andaré, me contesto que en otra ciudad, donde las estaciones sí cambian. Recemos.

Descubro en un libro que compró mi hermano que el Santo de los Arquitectos es Santo Tomás, y que los únicos ángeles nombrados en la biblia son Miguel, Rafael, Gabriel y Lucifer. Al primero una veladora de una arquitecta desempleada, aunque el santo para pedir trabajo es otro, pero no quiero terminar vendiendo papas fritas, que después de todo no es mala idea, con valentina y búfalo son muy buenas.

Es más, iré a comprar algunas, ahora que el sol ha dejado de quemar.

martes, 27 de julio de 2004

continúa

Hay un quinqué, sí quinqué, porque somos antiguos, y hoy estamos sordos. Quiero un candil, cómpramelo, quiero un farol, que tenga una adición de vitral, vidrio coloreado encerrando una llama bailarina. Hagamos sombras. Amemos la luz y la oscuridad. Todo.

Pero no escuchas, y mi voz se distorsiona sin poder saberse más.

comienza

Ensayo de un espacio vacío.
Donde nadie se encontró.
Cayeron en desgracia.
Iluminaron todos los rincones.
Temían que la oscuridad terminara por consumirlos.
Separados.

domingo, 25 de julio de 2004

Matando tiempo.

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Errando.

Tuviste un bowl lleno de llaves diminutas, con filo de alfiler y corazón blando, de un algodón poco conocido. Eran extrañas, pero representaban oportunidad. La única palabra que tu voz repetía, oportunidad, y en el oporto que jamás habías probado tomaste valor. Arrebataste un puñado de los artefactos que te salvarían del encierro, creías. Probaste una por una hasta que el sueño te venció, eran miles y difíciles de maniobrar. Perdiste por aquel día. Al otro, volviste a intentar, hasta que el filo te dejó igual de muchas cicatrices, finas, pero dolorosas, ardientes, con lágrimas rojas. Tu destino marca que la opción correcta será la última opción. No hay posibilidad de cambiarlo. Intenta una por una, sin hacer trampa.

viernes, 23 de julio de 2004

En mi ventana veo brillar...

Mi hermano dice que las que vieron Candy Candy viven pensando que el amor es sufrir, complejo de víctima.

Yo digo que la mayoría nos convertimos en Candy freaks, y no nos da pena, o nos da por un periodo corto, y después... la desinhibición.

Tengo en la memoria las tardes cuando regresaba de la secundaria y esperaba ansiosamente que dieran las 4 de la tarde para que empezara la melodía de si me buscas, tú a mí, me podras encontrar...tururúuu, para mantenerme hipnotizada por media hora.

Mi época favorita, la mejor para llorar por la desgracia de Candy por la peor-mejor-amiga-que-conozco-odiosa-Annie y suspirar al compás de un eres más linda cuando ríes que cuando lloras que pronuncia el prícipe de la colina (sin albur), su "adopción" para llevarla de sirvienta con los envidios Elisa y Neil Leagan, la fuerza que renacía en ella cuando observaba la cruz que le regaló la hermana María quien, junto con la Señorita Pony nunca envejece, el romance infantil entre Candy & Anthony, los primos eternos enamorados de la niña que nunca cambió de peinado Archie y Alistair, la escena más trágica de funeral en un anime que he visto (pobre Anthony, murió tan joven), el rebelde de Terruce Grandchester que al final se convierte en un actor de teatro famoso (y con acento británico) que perdona a la madre que lo abandonó desde niño para evitar el escándalo por ser madre soltera, aquel aristócrata malcriado (Archie dixit) que deja atrás a su padre el Duque, pero, ¡oh horror de horrores!, tal perfección de personaje se queda con la lagartona más odiosa del universo entero: chantajista y chillona, Susana-argh, el añadido de la innecesaria muerte de otro de los Andley en su puesto de aviador en la 1a guerra mundial: Stear y más lágrimas, un Albert que al final se desdibujó de mi corazón por no permitir la reconciliación de Terry con lo único bueno que había pasado en su vida, y el final más insatisfecho que he visto, aquel que nunca pude aceptar y me llevó a crear finales alternos con mi amiga de toda la vida.

Candy fue la primera cosa que busqué cuando descubrí internet, la primera página que descubrí: el ciberhogar de Pony , dueño del fanfic que en mi mente se grabó como el verdadero final, de allí pa'l real descubrí más y más sitios, todos diferentes y de gustos variados: x-files, e-books, mi boom del e-mail y un tanto después: los blogs. Así que, si me voy al origen, fue mi trauma llorosa de la adolescencia que se empeñaba a ser niña, la que me hizo conocer a lo mejor que me ha pasado. Ese mejor que me ha pasado sabe a lo que me refiero.



Alabada sea Candy.
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Pd. ¿El sufrir en el amor? puede irse a chiflar en la loma. Chau.

Fragmentando

Grises las articulaciones que se mueren en la búsqueda de... Y la hoja se rompía.

Se quedó sin leer la frase completa, y su conocimiento, la búsqueda, fue aniquilada.

Prefirió tirar los libros y mostrar su nueva falda de uniforme a su espejo. Por décima vez quería reflejar las tablas en la tela azul marina, y dar vueltas para ser un abanico que circula, pequeña capa inflada por el aire de la tarde tibia, hasta que el mareo la tirara al suelo, sentada sobre sus piernas de niña que dejaba de ser.

jueves, 22 de julio de 2004

Quisiera encontrar muchas cosas en este momento, tenerlas frente de mí y no sólo pensar en ellas, pero es imposible, la noche crece y la fatiga no viene. El insomnio mientras se piensa sólo en lo que no se tiene es cansado.

Podría hacer unos hot cakes, tengo hambre, pero no hay harina, ni miel, ¿ y de qué sirven unos hot cakes sin miel?, ya no pedir de mapple o los waffles de un buffete compartido en familia en los viajes que la memoria ya deslava.

Es hora de... nada, porque no sé qué hacer, ni qué decir, ni a quién llamar, o sí, sí sé a quién podría hablarle en este momento para que el ánimo saltara del bache en que cayó, pero es imposible. Maldito dinero, que ni tan maldito al final, bendito lo llamo y quizás venga hacia mí.

Mala noche, mala noche, sí. Dios, lo que me hace recordar la desesperanza.

Tomaré una revista de chismes y la desgracia ajena me hará sonreír. Espero.

martes, 20 de julio de 2004

Porque vivir era búsqueda y no una guarida (L.E. Aute)

En la fuente Trebuchet encuentro la relajación que me inunda con la vida yéndose en la voz de Aute y su verbo más bello.

Cuando la tarde del año 2004 remite a un día de 1988, con la mochila arrastrando y la comida después de lavarse manos y refrescarse la cara, cuello, nuca y orejas. Una niña un poco alegre, un mucho normal, que dormía 20 minutos antes de cambiarse para su clase de inglés, cuatro de la tarde y reencuentro con la que creyó por mucho tiempo su mejor amiga (muchos años después lo sigue creyendo, aunque diluidamente porque se enteró que su puesto no era reflejo).

Era tarde de canciones que se repetían sin entender ni jota, recreo y no aprendizaje de nuevo idioma, alargándose el tiempo fuera de casa con juegos de vampiros cuyos ataúdes eran resbaladillas y escondrijos de carrusel.

Paro de recordar, al mismo momento en que el jugo de manzana se termina… oh sí, bebía. Veo más trebuchet’s avanzar, sin son de coreografía ensayada, sino al compás de un estiramiento de músculos. Las manos bailando regresan al presente y a otra voz que las bocinas dejan fluir.

Quieta, con la punzada de una mala noche en las vértebras, faltaron tantas almohadas, tantas horas de buen dormir. Que suene el bip de un nuevo mensaje, por favor.

Luna fatigada

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sábado, 17 de julio de 2004

Tahúr

Barajeemos estampas de santos que accedan a favores (no de ésos favores cochambroso, que son santos inocentes, tan puros, tan crédulos)

mientras ordenamos fast forward al tiempo,

y tal vez el sol ya no nos inunde porque el otoño habrá llegado.
1a. mano

¿Un shuffle a las acciones presentes harán los días interesantes? En un hoy que se despierta jueves & lavar el auto, ¿y mañana? martes pasado & comida en casa de tía, 11 gatos y primos que callan cuando uno se acerca. Emoción intensa.

Pero este control tiene una sola función, el play lento que tarda o temprano me llevará al bonus track, con la gracia de mi santo preferido.

Póker de mártires...
Hora del erase, esta cinta nunca funcionó.

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jueves, 15 de julio de 2004

Usa una playera de las tortugas ninja

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Hoy conocí a un niño con ojos pequeños, él me dice que no le gustan, yo le digo que me encantan porque son tristes, así que admiro a su boca que sabe construir lentamente una sonrisa tan grande que le da a su rostro una alegría melancólica.

Tiene el cabello sobre la frente, igual que yo a su edad, rodillas empolvadas y una familia que aún extraña.

Canta una canción de la que no sabe su nombre, y la canta porque cree que no lo escuchan, nombra a la luna mientras carga a un bebé que debería ser el centro de atención en la vista programada, pero el niño mayor quiere robar cámara, y me alegro, porque el que me interesa es él.

Sé que vive en el tiempo en que Bart y Homero inician su revolución, cuando el Nintendo y Mario Bros no temblaban por la competencia y la vida parecía ser más simple de lo que es, aunque la vida es simple, en ese tiempo lo era aún más.

He conocido a ese niño con 14 años de diferencia, y me siento tan simple al escribir acerca de él con frases trilladas, pero... ¿qué más puedo decir? Tan sólo que esos ojos tristes son míos, que él es mi norte y que estos, mis ojos, se alegran porque yo soy su sur.

Y nada más.