lunes, 26 de julio de 2010

De tres en tres.

No debí decir adiós cuando todavía usabas zapatos de color.

Así me dijiste a la vez que me regalabas una jaula con un canario, yo quise reír pero la tristeza del encarcelamiento hizo el equilibrio entre la lágrima invisible y la sonrisa fingida.

Después fuimos por un helado de yogurt y volvimos a empezar.

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Me aferré al té helado y la tarde de lluvia sin frío, era imaginar una ciudad que no sabía si podría conocer. Usé mil verbos y aún más adjetivos. Pasó el tiempo, conocí otra ciudad aunque nunca la de los sueños. Regresé. La huida se pospone. El té helado permanece aplacando el calor.

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Alguien me recordó las cáscaras de papa, esas que se fríen y con un poco de cebolla y chile saben mejor. La cosa es que nunca las he probado más que en mi mente y ni así paro de salivar. La frase cáscaras de papa es mi pelota perros de Pavlov.

lunes, 12 de julio de 2010

Entre tiendas.

Entre piñatas te veas...

inflando globos que en el letrero alguien confunde y pregunta cómo son los globos de hielo. Después de la risa contenida pensé que no sería tan mala idea, de hielo delgado, tipo cascarón, adentro una orquídea, una rosa blanca o algo igual de cursi para no olvidar la infancia de la Bestia que sufre porque la Bella no lo ama y la flor está ya a cinco de marchitarse.

He aprendido a tratar a la gente, a reecontrarme compañeros de escuela que me entregan caras conocidas pero no sus nombres, me dicen que no sabían que vivía acá (recordad que de estos lares lo que se busca es la huída). Acá ando, desde hace dos años, contesto, sonrío y reprimo un suspiro.

Soy como un globo de hielo, de esos que no pueden volar.

Hambre a las 4:10 hrs.

La cucharita que da vueltas en el café con leche, la revista que antes hablaba de todo para la mujer actual y ahora se llena de chismes como todas las demás.

Se le da una mordidita al polvorón porque 350 kcal. por porción es una grosería, o una desfachatez. Desfachatez no es la palabra adecuada pero la boca a veces pide pronunciar palabras. A mí me pasa, de repente necesito exclamar (sí, exclamar) galáctica, chupamirto o malandrín, sepa usted por qué.

Podría parecer un desayuno pero no lo es. Es la aceptación de la que aún vive con sus papás y por ahora no tiene empleo. Hablo de mi en tercera persona y cuento dos detalles vergonzosos (o re-cuento). Después de imaginar un almuerzo que ocurrirá a mediodía en plena madrugada ya nada pena me puede dar.


Nota al margen: Amo no trabajar y amo vivir en mi casa, ¿qué tan mal suena eso? No me juzguen, ámenme.

viernes, 2 de julio de 2010

Sin editar.

Esta semana ha sido de estrés a mi alrededor. Sigo en la condición espectadora, dentro de la burbuja de gravedad suspendida mientras todo alrededor gira que gira (con referencia a la música de la adolescencia).

Me gusta la tranquilidad, aunque eso de ver más personas que las que siempre veo es urgentemente necesario, pero no cualquier persona, ando de un quisquillosa de lo peor y prefiero evitar que algunos conozcan mi lado oscuro, sé que no lo soportarían. Ay, ay y no es porque sea de lo peor, es porque los egos inflados no aceptan las espinitas, por muy tiernitas que las tengamos.

Las ventajas de no tener un horario definido son deliciosas para el sueño, malas para el estómago y tal vez para las arrugas, mi mamá dice que no me sirve de nada cuidarme la piel si no duermo a mis horas, prefiero hacer oídos sordos a eso. Mi reloj biológico no entiende de reajustes si no es por obligación monetaria (traducción, por un trabajo).

Ha sido una épocda de descubrimientos musicales pequeños, más que grupos he descubierto canciones y eso me da un poco de tristeza pero no la suficiente para no ser aplastadas por la emoción del mundial. Qué bonito es dejarse llevar por la emoción de un ¡GOL! . Es más, ahora mismo escucho gritar a lo lejos a José Ramón vs Faithelson en ESPN, ya le cambiaron y me dan ganas de levantarme para saber el chisme. Mi papá acaba de decirme que es por una apuesta de desnudo por la salida de Brasil de Sudáfrica 2010. Mi reposo puede continuar.

Estoy estancada, repitiendo las películas que me gustan y gastando el tiempo en cosas que no exijan tanto mi atención. No me he perdido las idas al cine para las taquilleras, Toy Story 3 en las que no puedo decepcionar, lloré; A Nightmare on Elm's street donde Freddy Krueger hizo falta (ese no erea Freddy por piedad) y a falta de hermana en casa me estoy perdiendo Eclipse, pero esa historia me hace enojar tanto que no hace falta.

Las buenas noticias es que ya salió el trailer de Harry Potter and the deadly hallows y el cabello me sigue creciendo.

Sigo básica y también de una forma básica feliz. Ahora quiero la forma compleja, por favor.