lunes, 29 de noviembre de 2004

Reporte No.1

Me cansé de no quitar las etiquetas que raspan lapiel de la nuca por no perder las instrucciones de lavado, cuando nunca he dejado de mandar la ropa a la lavandería. Ellos ya saben qué hacer.

Hoy la luna seguía viéndose a las 8:57 AM, cuando salía a trabajar. Sé que no es nada extraordinario, es tan sólo que inicio una bitácora.

Mañana quisiera reportarme enferma. Vida, hoy no puedo salir a enfrentarte. No encuentro doctor que extienda receta a la indiferencia.

Puedo soportar casi todo menos a los temerarios. Dios, ésto es inhumano.

De Lunes a Sábado termino con tinta en los dedos. Los domingos hay salsa valentina en algún lugar del regazo y una que otra palomita perdida en el sofá.

Las notas para historias se acaban, aún así, la realidad aún no es.

Ésta no soy




P.S. Hay dos personas que me acompañan en la oficina, el rango de su edad va de 24 a 29. Entonces... ¿por qué me torturan con canciones de Camilo Sesto?. Va, todo por evitar a los Tem... ¡No! Nombrarlos 2 veces puede causar su invocación eterna. ¡Cruz, cruz!

miércoles, 24 de noviembre de 2004

Extractos.

La tristeza se le pega como polvo convertido en mugre por los años cortos y el exceso de lágrimas. Con la compañía de un tocadiscos viejo, girando los dedos que envuelven cabello al ritmo de nanas que no alcanza a comprender. La imagen falsa de madre (iluminada con colores del corazón dirían los falsos optimistas).

La realidad es el abandono, la angustia de quien se sabe sola, la que aplasta cualquier idea de poesía que difumine su realidad. Acá no hay belleza, una niña no debe llorar así.

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~ººº~


La sed agota los recursos que tengo a la mano. El garrafón no puede exprimirse más y las dos monedas de veinte centavos no atenúan mi nombre en la lista negra de la miscelánea. El agua de la llave corre conun olor extraño que golpea mi sentido común. Muero con la sequedad en la lengua y las comisuras de la boca.

Resisto de milagro. Si tan sólo la vergüenza de pedir un favor al departamento vecino fuese vencido... O la muchacha tímida morirá deshidratada.

martes, 23 de noviembre de 2004

Petición.

Esta vez los sonidos la secuestran y los sabores le huyen.
No es como el principio, la lengua reconoce su origen y los sabores anhelados se han vuelto comunes. No hay quien la entienda. No se le da gusto de ninguna forma. Es la eterna inconforme que por tomar tierra extraña el vacío que acunaba en su regazo, y al deshacerse del contenido en sus manos se arrepiente para comenzar a odiar al aire. Los años pasan y envejece.

Ojalá recuerde que no todo es el oído y las remembranzas. Que se decida y averigüe a que sabe el whiskey sin jugo de manzana. Que busque los naranjas en un día de paseo. Que enliste los objetos con textura de peluche. Que aprenda a usarse toda. Que aprenda a despertarse y encontrar la razón. No se le exige más.

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domingo, 21 de noviembre de 2004

Hace dos años.

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Hace dos años no tenía inernet en el lugar en el que vivía.

Hace dos años pasaba horas en el centro de cómputo de la universidad.

Hace dos años descubrí un blog por casualidad, era de una muchacha que escribía fan fics.

Hace dos años no utilizaba el messenger con regularidad.

Hace dos años era fanática de X Files.

Hace dos años seminario de tesis germinaba en mí una úlcera y una contractura de cuello por tanta tensión acumulada (casi, en realidad no debo exagerar).

Hace dos años vivía una ciudad a la que llegué a amar por congelarme las orejas,la nariz y las mañanas de otoño e unvierno mientras caminaba dos cuadras para tomar clases.

Hace dos años me causaban depresión los domingos y lo solitario del barrio Santiago.

Hace dos años esperaba que el fin de semana un amigo que vivía a una calle se quedara para platicar y robarle casi toda su pizza de masa crujiente y medio litro de coca cola. Meses después me vería llorar en una parada de autobús mientras le contaba mis penas porque...

Hace dos años no sabía que faltaban días para que mi corazón se partiera en chachitos, y con él la ínfima autoestima que me quedaba.

Hace dos años vivía a media cuadra de un cementerio, creo que allí está enterrado un hermano de mi mamá.

Hace dos años abrí esta cuenta sin saber todo lo bueno que me traería.

Hace dos años traía el cabello cortito.

Hace dos años el amor a la soledad que me acompañó por cuatro años se fue convirtiendo en amargura.

Hace dos años es que este pedazo virtual abrío una etapa de mi vida que realmente cambiaría mi vida.

Hace dos años comenzó el trazo a la reconstrucción y mejoramiento de mi corazón, en el lugar menos esperado se encontraba el bálsamo, mi vista por primera vez se dirigía al norte y no al oriente.

Hace dos años faltaban tan sólo unos meses para que mis oídos se agudizaran y mi alma se inflara de emoción al escuchar un nombre de persona que me recuerda a los juegos de lego: Armando.



Y antes de que estas letras se tornen más parecidas a cierta canción de Ricky Martin me felicito a mi misma por los dos años que cumple mi blog (Esta vez no me importa que suene egocéntrica o sinsentido la autofelicitación).

Esos posts que hacen un día especial.

Este sin duda es uno de ellos: Infinita

sábado, 20 de noviembre de 2004

De camino al trabajo.

Ésta es un aparte de mi tierra, y no me pondré a cantar "por los caminos del sur, vámonos para Guerrero..." porque desentono mucho y seguramente alguien me mandará a callar (léase gente extra en mi habitación).

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viernes, 19 de noviembre de 2004

Divagando.

Tengo sueño y la oficina huele a limpio, Recuerdo la casa de una de mis mejores amigas, que olía demasiado a limpieza, se perdía en verdadero aroma familiar, es un hecho que cada casa huele distinto, y ese olor en particular me hacía sentir incómoda. No es que mi casa sea un cochinero y huele a mugre, es tan sólo que en ella sobresale el aroma del guisado que se prepara o la loción de algún hermano despistado. De forma contraria la madre de mi amiga no sabía cocinar, y recuerdo con cierto trauma la ocasión en que su hermana nos hizo comer una crema de fresa caliente.

Otra casa de pisos con exceso de pinol era donde tomaba clases de catecismo, la casa de mi maestra la pelirroja, al terminar las clases solíamos jugar en el patio, hasta que mi papá llegaba en su Ford Elite del ’80, comprado meses antes de mi nacimiento, ambos, auto y yo envejecíamos a la par, hasta que él fue vendido y yo seguí mi recorrido junto a la familia LR.

Dos años fui a catecismo, aparte de la casa de la pelirroja, fui a una donde era la única alumna y los mosquitos me tomaban de tiro al blanco. Mi lugar favorito para catequizarme era el atrio de la parroquia, pero los niños de mi edad aún no sabían leer y escribir muy bien, y como yo ya lo hacía en un nivel algo mayor me aburría de sólo dibujar pasajes bíblicos, y me distraía fácilmente mientras veía a la luz del sol traspasando las copas de los tamarindos que rodean el lugar, o tomaba una ramita para deslizar mis dedos e ir desprendiendo las hojas chiquititas (¿quién dijo ecologista?).

A los dieciocho años me pinté el cabello de rojo, dejé de ir a misa y me rehusé a trapear una vez más la habitación de mi universidad, situación que duró hasta que me daba vergüenza mostrar el lugar y quise oler de nuevo al fabuloso olor limón.

Hoy tengo el color del cabello entre negro y castaño, sigo sin ir a misa y tengo ganas de comprarme un auto de color oscuro para encaminarme (o si me alcanza para las casetas enautopistarme) al norte, como a 1800 km. de acá.


Para terminar, en la oficina ya no hace tanto calor, el tiempo de pensar(escribir) en cosas irrelevantes se ha terminado y tengo ganas de un agua de tamarindo muy fría.

martes, 16 de noviembre de 2004

Intentos [9 febrero 2004]

Hace tres días encontré una caja de regalo afuera de mi caso, en una tarjeta blanca sólo una F garigoleada se dejaba leer, poco me importó el peligro de terrorismo o de broma pesada, y destrocé el envoltorio de un santiamén, bah decepción, ya me veía luciendo un brazalete de jade (estoy en mi periodo verde) para toparme con una bolsa de celofán con 7 granos de cacao cubiertos de chocolate. Una mordida golosa retornó a mis sentidos el disgusto por el corazón amargo de tal golosina, opté por chupar la cubierta de chocolate y dejar el grano pelón.

ººº

Era una niña que hacía espuma con el agua, sin ningún aditamento más, era la acción espumosa creadora dentro de él. Lo descubrió la primera vez que se lavó las manos por sí misma, el jabón se había terminado y aún así sus manos desprendían aroma de mar.

ººº

Había un hilo entre tu boca y la taza de café. Era la saliva espesa que brotaba de un diente derecho.

ººº

En el balcón de mi cuarto hay un limonero, por extraño que parezca, limita sus raíces al espacio desproporcionado de una maceta. Pero en las noches un grupo de hormigas sale a bailar, sí, he dicho a bailar, y no me importa si tras mi declaración surge credulidad de locura, que imposible es a menos que mis ojos mientan, cuando en las noches de luna nueva la cortina del ventanal descubre solamente mis ojos, una mirada sigilosa y metiche que influye en el aquelarre.

ººº

Una invitación a un aquelarre. Con sobre inmaculadamente blanco y un antiguo sello de lacre rojo. Tan sólo espero que el valet parking del sitio sea eficaz.

ººº

Hay veces que camino sin percatarme que mis pisadas abren dimensiones. 3:30 y salgo de mi casa (puntual) a los 5 minutos estoy en un puerto, lo sé por el olor a sal, a los 20 el aire frío me indica una sierra boscosa, los 30 y pies pisan grava, desierto o montículo descuidado por los albañiles. Aún no lo sé.

ººº

Existe un despiste, entre las 7 a 8 de la mañana se me olvida todo, no es que yo recuerde, pero siempre sufrí tal problema, lo sé por boca de mis profesores, mi familia y amigos. Dicen que mi mirada se pierde en un punto indefinido y mi boca se mueve para hablar en una especie de francés extraño, más extraña que mi pronunciación deberá ser que nunca he tomado una sola clase de idiomas, a mi la globalización y la cultura me viene valiendo un comino (o una semilla de ajonjolí, que más pequeña es).

Ahora son las 8:34 y una de mis “crisis” por darle un nombre ha pasado, Pero ¡Oh dolor!,
Debo confesar lastimeramente que no es una sola a lo largo del día, también ocurre de 10 a 12 y de 1:30 a 3, por suerte no iba manejando, ni voy a la escuela, ni trabajo, digamos que mi desorden me ha convertido en haragana matutina.

Mis actividades serias tendrán que ser resueltas después de la hora de comer. Mi novio se ha acostumbrado ya, después de todo él aprovecha para irse a trabajar...

y esto nunca continuará...

viernes, 12 de noviembre de 2004

jueves, 11 de noviembre de 2004

1er. día en el trabajo.

Era un post-it desperdiciado. La muchacha siempre perfeccionista (según ella) lo desdeñaba por tener una esquina doblada.

Pobre hoja amarilla, más amarilla que los demás; era la bilis derramada por un hígado plano de papel.

¡Discriminación! -grita eufórica la hojita- Los arrugados también hacemos recordar.


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~ººººº~


Silvio perdió un unicornio azul. Yo presumo que tengo cuatro... y de diferentes razas: uno es negro, otro azul, la hembra es roja, y un alienizado verde se cuela también. En este escritorio aceptamos la diversidad, sobre todo cuando de mitología papelera se trata.

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martes, 9 de noviembre de 2004

Entrenamiento.

Entre un sonido dulce, que eleva las manos y las mece, y entre una brizna de viento que juega a ser frío, me parece ver letras sólidas que flotan a mi alrededor, desprendidas de la pantalla incapacitada para cubrir ciertas necesidades, son las compañeras en la soledad que pierde batalla tras batalla.

Valiente soldado pretendo ser. El verde militar impregna la ropa y resalta el tinte amarillo de mi extraña palidez, andando con paso 1, 2, 3 y cantando extrañas rimas entreno cada vez más fuerte los músculos de los ventrículos y las aurículas que bombean al ritmo de tu nueva máquina de escribir antigua.

Y yo aquí sigo peleando, y tú sigues escribiendo y yo sigo tratando y tú sigues creyendo. Y así vencemos y así perdemos. Norte y sur sin guerra civil, más bien esperando a que llegue el día "D".

¿Y las letras corpóreas? no las olvido, son tu envío, convertidas en rudas entrenadoras que me harán todo una GiJane, en una de ésas, por qué no, conseguiré el cinturón negro en karate y te defenderé de todo aquello que te quiera comer, aunque en este caso los robots sean sustituídos por entes más mortíferos , tristeza o desesperanza... ¡yia!

Después de todo la espera resulta mejor con música de fondo.

P.s. cualquier parecido con una tal Yoshimi es meramente a propósito. Gracias.

Sí, sabes que ésto es para tí.

Pasa la medianoche y el recordatorio de aniversario pierde eficacia, era ayer, o realmente el día antes de ayer, porque el suitjart fue mal grabado en mi memoria, así que la fecha oficial se convirtió en un mentiroso 8 de noviembre, que al final no miente por un día, si no por muchos más, fue en junio, días antes de la graduación cuando te conocí, Zeus y una mortal iniciaron una historia diferente a la mitología griega. Y definitivamente esta historia me gusta más. Gracias por ofrecer el bálsamo para la tristeza, en ningún lugar podría encontrar uno mejor. Te quiero.

sábado, 6 de noviembre de 2004

Frases sin relación.

Todos dicen aprender, de un viaje, de una salida con los amigos, de una experiencia nueva. Hasta hoy me cuesta hacer recopilaciones de síntomas de madurez, parece que toda experiencia se me resbala y me deja en la total ignorancia, tal y como el día en qué nací.

Ayer después de muchos años fui por el pan, en realidad creo que nunca había ido sóla a comprarlo, es más, en mi casa rara vez comemos pan casero, pero una madre enferma tiene caprichos extraños. En el camino me topé con una tiendita híbrido papelería/miscelánea, de esas pequeñitas, que sirven para abastecer al chamaquerío de la cuadra, estaban colgadas láminas de la revolución mexicana, me sorprendió reconocer el mismo diseño que yo recortaba en mi tarea de 10 años atrás.

Cómo quisiera encontrarme con más tareas sencillas, con cuestionarios de opciones múltiples, que copiar el reverso de una monografía con el nombre de Frida Landa fuese suficiente para resolver la vida. Pero no, ahora es el tiempo de un método más complicado, bienvenida al mundo real, esta vez el mundo sí va en serio (Aute dixit).

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lunes, 1 de noviembre de 2004

Modificando mi vestuario grabaron recordatorios.

Y aunque el camino que me lleva al diseñador es gris pavimento o azul de cielo, la Dorotea no trastabillea, porque el destino, ése sí es amarillo, el muchacho ojos de sombra vive entre muros color sol. El sol que en mi falso Kansas sobra, me hace derretir en pleno otoño cual bruja malvada, pero ese corazón de ojos sonrientes en mis zapatos no rojos algún día me llevará de nuevo con my own personal mago de oz.

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