sábado, 22 de mayo de 2010

Los cínicos también pueden amar.

You're not my dream girl.
You're not my reality girl.
You're my dreams come true girl.

Es la frase de canción más bonita, cursi, emotiva, ay amor que he escuchado estos días.

Podría decir que cualquiera caería a los pies de quien le dedicara a uno semejante pensamiento, pero la verdad es que el mundo está lleno de cinismo y al formar parte del club sería hipócrita calificar a quienes los fans incondicionales from hell les da igual como sincorazón. Favor de no tomar como presunción lo anterior, que seguidores así no he tenido, pero la idea es esa, escondida y relatada entre líneas mal resueltas.

Los días de regreso en mi casa suceden suaves, escurriéndose en el calor más aterrador de varios años y aun así con calma (fíjense nomás). Encontré un trabajo tranquilo y para nada estresante, es provisional y me permite cambio de planes. Esos que no tengo y no busco, pero la posibilidad de la no eternidad me refresca (mental y no físicamente, qué más quisiera yo).

El asunto del cortejo, dedicación amorosa, alegrías y tristezas en pareja me ha llegado a través de varias pláticas con amigas y con frecuencia sorprende lo poco que cambiamos al crecer. Ahora que los 29 me pesan me siento más distante que nunca de ellas; me hablan, escucho con interés y opino por el afecto que nos une. Entenderlas y adueñarme de sus historias es harina de otro costal y me resulta lejano como nunca.

Es la edad, digo yo, cuando era adolescente hubo hasta maestros que le comentaran a mi mamá "ten cuidado porque es demasiado niña" advertencia que no acabé de entender, en mi mente si no hay una rubia que me esté sonsacando no existe el peligro. Luego entonces creo no existe más explicación que estoy envejeciendo y no a velocidad normal sino a 16x, porque corazón si tengo, si no me creen escúchenlo cuando pega de brinquitos cada vez que escucha esta LA canción.




miércoles, 5 de mayo de 2010

Los viajes que se hacen.




Viajar no resulta siempre perfecto, ni fácil. A algunos parece que se les da de manera natural ir de una esquina del mundo a otra. La forma esferoide del planeta impide la existencia de esquinas, pero la idea es esa.

A otros se nos permite ir unos cuantos kms. más allá de la casa, como una probadita de lo que puede ser si se le echa más ganas. A mí me han tocado pocas y no siempre al lugar más anhelado, pero sí con un resultado amable. Como ejemplo tengo el mes de abril, donde habité en la ciudad más violenta del mundo, dicen, y es ahí donde parece que la vida sigue igual pero no.

La gente continua trabajando, estudiando, fracasando, queriendo y todos los gerundios que un promocional siéntete orgulloso de ser mexicano puede abarcar, el hecho es que la presencia de la violencia se nota, en las pláticas, en la cancelación de viajes por carretera y sobre todo en el paso de que los hechos violentos van mutando de impresionantes a cotidianos.

Al final debo decir que no conozco tantas personas de esa ciudad, ni salí tanto para comprender el fenómeno completo. A mí tan solo me tocó regresar a un lugar que ya no representaba ninguna oportunidad para mi. Hace 5 años fue diferente, me di el lujo de ir de un trabajo a otro y luego regresar al primero, las circunstancias se presentaron para vivir en una zona bonita y demás. Ahora, la edad adulta me dice que no hay que dejar tanto a la suerte, de alguna forma aplicar lo del trabajo arduo, el pan resultado del sudor y toda esa alharaca que inspira después de ver el dvd de Rudy y luego se convierte en qué poquitos anuncias de clasificados hay.

No todo es seriedad y sentencias de situaciones que no puedo explicar. Quedan los buenos recuerdos, las fotografías, el presente que se vivió y el futuro que por qué no, puede ser mejor.