domingo, 30 de enero de 2005

1980

Acompañé a mi mamá a la tienda, y no pude evitar comprar este gansito, para recordar cuando costaban $500.00 y la tiendita de Don Toño todavía existía. Claro, el tal Antonio aún vivía.

Chaz, que triste, ya no soy la misma niña de antes, snif.

Lo que es el consumismo Image hosted by Photobucket.com.

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miércoles, 26 de enero de 2005

Regreso al dibujo de planos arquitectónicos, que si no son los grandes proyectos al menos me regresan un poquito la esperanza, no fue tan mala la elección de mi carrera...creo.

El marco plateado de mi libreta Sally/Jack se despinta y una esquina se apachurra cada día más.

Yo pierdo interés, intensidad, ideas, ilusiones. Curiosamente la i se sintoniza frecuentemente. Hace años perdí la costumbre de escribir los puntos sobre las íes, era la moda del salón.

Siempre corto mis frases, en pequeños telegramas se resumen mi cuenterío.

En el trabajo suelo mover los labios para marcar la silueta de alguna canción, casi siempre en español.

Quiero comprarme unos tenis, y unas botas de tacón alto, también unas zapatillas, y unas sandalias de fiesta. Por éso y muchas cosas más sigo en el lugar donde realizo 3 acciones de arquitecta al mes. Hay que ahorrar.

Pero no es tan malo, las enchiladas que llevan al almuerzo saben bien, y de regreso a mi casa puedo caminar, la plaza de armas que diariamente cruzo es un buen escenario para posar los ojos, cada día es diferente. Aunque los sentidos siguen sin llegarme, no como antes. Necesito romper distancias, el tiempo pesa (y no te puedo olvidar...tan tan).

viernes, 21 de enero de 2005

Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé, en el 506 y en el 2000 también...

La tarde nublada, enero gris, ¿cómo se llama a éso de que cada día de enero representa el clima de un mes? Pero ya es 21, y el año 2006 tendrá su propio enero de referencia, así que la primera pregunta pierde interés.

An I'm so sad like a good book...

Hace unos meses leí una antología de cuento triste compilado por Augusto Monterroso, demasiado disfrutable, lástima que lo descubrí en mis últimos días de estadía en la biblioteca de de Juárez y no pude terminarlo, pero me dió tiempo de Guadalupe Dueñas, recién descubierta por la ignorante de mí.

Supongo que infinita tiene razón en su último post, algo de mi vida plana me enamora, sentimiento que infla el exhibicionismo necesario para crear un blog. Nada extraodinario, tampoco sufro, y sí río, supongo que mi normalidad es la que a veces me opaca los días, o tal vez sólo hay una pequeña actriz dramática dentro de mí: La máscara sonriente y la máscara con el gesto de puchero se mezclan para crear en mi boca una prolongada línea horizontal. aún así pocos me consideran apática, no sé en dónde ven mi entusiasmo o las sonrisas que cuentan siempre cargo. La realidad es que sólo una persona sabe realmente como soy.

¿Cuàntas veces he escrito sobre este tema? Qué abrumador.

...

Es común explicar la voz de un cantante como "arrastrada", pero la de Thom Yorke llega al extremo, la imagino como neblina levantándose y recorriendo espacio sólo porque su naturaleza le dicta que así debe ser, pero con unas moléculas asombrosa e irrealmente pesadas.

¿quién podrá tomar en serio semejante descripción tonta?.

Respecto al sueño de días pasados, ojalá que al morir mi comunidad de muertos repetidores de días favoritos se conforme por Aute, Amos, Yorke y ... no, no hablaré de muerte, no quiero salar mi suerte (aunque según yo no soy supersticiosa, je).

jueves, 20 de enero de 2005

Otra vez

¡Ahora sí!

¡No me vuelvo a pintar el cabello!

Ajá, Frida. sí, ajá....

Ok, voy por el tinte para emparejar mi color, mugres mechas feas, y ya, Es-lo-Úl-ti-mo

Argh

Ahogados

¿Cómo hacer medianamente interesante una historia que en realidad no es más que una hilada de descripciones? ¿Descripcionista será la palabra adecuada? No importa. Es sólo que tenía que contar sobre el día que dormí diez horas seguidas y soñé...

Con un lago donde una embarcación tipo barco de mickey mouse iba de picada al fondo, mientras yo, con doce años o menos trataba de persuadir a un niño desconocido de meterse a nadar.

El paisaje era tan de película gringa, como mi argumento para salvar al deseoso de zambullirse de la fuerza succionadora que creaba el hundimiento (¡irás a parar al fondo fangoso necio!). Otro preadolescente se unía a mi causa gritando y metiendo medio cuerpo en el agua para salvar al mocosillo que ya comenzaba a nadar, emocionado por las ondas que formaba la inmersión.

Era tarde. Un torbellino de agua nos hundió a los tres.

Comencé a ver a través de un velo azul que me permitía distinguir en la cara del otro muchacho -intento de mesías- la misma angustia que yo misma, adivinaba, debía reflejar.

Pensaba, soñando, cuánto podría aguantar sin respirar, cuándo podría vencer la fuerza que impedia sacar mi cuerpo a la superficie, mientras mis piernas y brazos se agitaban en un movimiento menos desesperado del que presentiría en una situación así.

De pronto salí, sorprendida de lo rápido en que pasó todo, pero mi entorno había cambiado, estaba ahora en una bahía flanqueada por árboles tropicales, una barrera de espuma, rastro del barco hundido, impedía ver la playa.

Después de darme cuenta que los otros dos contemplaban sanos y salvos lo mismo que yo, había una sorpresa más, no éramos los únicos flotando, hubiese podido contar otras quince o veinte personas. Al verlos a los ojos una revelación inundó mi razón, todos compartíamos una característica, no éramos salvos, el agua nos había dado la condición de muertos, empujándonos a otra dimensión, en donde respirar no significaba que podíamos volver a nuestra "vida anterior".

Todos los presentes nos reconocimos y comenzamos a salir, era hora de comenzar con nuestra primera jornada, la que implicaba el nuevo status.

No recuerdo como prosiguió el sueño, el recuerdo se difumina, nublándome la explicación de la forma en que las docenas de muertos formábamos una comunidad, donde nuestra forma de existir era a base de recuerdos, estábamos por así decirlo condenados a vivir el día favorito de cada uno de nosotros, en la premisa de: todos los muertos para el día perfecto de uno sólo, un eterno ciclo de felicidad.

Recordé el capítulo de los simpsons donde Marge y Homero van a la atracción del eterno año nuevo en el parque de itchy & scratchy , y ella menciona que vivir esa fiesta debería ser lo mejor del mundo, mientras un mesero que la escucha se acerca a ella y sólo pronuncia un angustiado mátenme.

Fue tan extraño.

domingo, 16 de enero de 2005

Murmuración de tulipanes.

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El murmullo proviene de la maceta con tulipanes púrpuras sembrados, la voz genera encerrada, húmeda, apagada, allí, adentro de la arcilla pintada de rojo resquebrajado, asciende, acercas la oreja, escuchas... es un caudal sonoro y verde, que se entibia así misma, que te preocupa. Asciende hasta la flor, de ella el murmullo continua, destendiéndose, como una bola de estambre escaleras abajo, no sabes con certeza qué dice, tan sólo oyes su secrecía, parecido al sonido que emites cuando llamas al gato. Es tu primer misterio desde que despertaste, y ya van a dar las 6, el sol desaparece más allá de los cerros, e intentando descubrir su significado has encontrado lo que necesitaste 24 años atrás,

un momento así
que dure todo el tiempo.

Texto con una que otra ñ.

Este año empieza con dolores en las uñas de las manos. Entiendo el primero que sentí, el hecho de que la uña se lavantara la 3a parte de lo que va pegada al dedo validaba la sensación de ardor, pero la presión que siento en el pulgar izquierdo no tiene sentido. Es la misma sensación que tengo cuando me río mucho y quiero hacer fuerza apretando los puños. Puede que sea reacción física a mi estado emocional actual, estado que aún no logro definir, pero definitivamente no me estoy riendo a carcajadas. No estoy tan alegre, pero tampoco triste, no me siento vanidosa, pero mi autoestima hace mucho que no anda arrastrada. Será tan sólo el desorden de sueño que llevo a cuestas desde que entré a trabajar. Recuerdo las noches de desveladas universitarias, cuando en pleno himno nacional de las 6 am puntitos de luz danzaban entre los árboles de papel que comenzaba a pegar en una maqueta. Será la nostalgia de pasado y el anhelo de un futuro. Será tan sólo que este dolorcito insignificante me hace recordar el presente, al que debo prestar atención. Hey tú, deja de dar vueltas y piensa en el ahorita, aunque sea en esta pequeñita sensación.

viernes, 14 de enero de 2005

Es tan sólo que me da vergüenza no recordar el principio de ésto.

Cuando todo fluía y sentía la pureza.

La única razón válida.

Dejaré que regrese por sí misma.

Debo dejar de presionar.

jueves, 13 de enero de 2005

Sí, aceptándome I.

Es el lado suave de la historia, el repetido, el denominado (por mí) tulipán rosa, aún cuando prefiero los púrpuras, los rojos o los amarillos. No es más que la simple vida, la que aprendo y vivo por primera vez, mi primera vez, sin importar que para el universo el cliché se repita cansadamente.

Qué veo si no a una mujer, que se angustia por tal palabra, muchacha, niña, ser que soñaba ser especial. El tiempo pasa y recuerdo una canción ranchera (ja, qué simple soy..me medio reí),


- Es que ahora escucho a los vecinos de la casa de estudiantes y unos perros que ladran contentos por que un martillo ha dejado de golpear el concreto, intentaban abrir una alcantarilla y yo me desvió del tema. Creía que tenía algo que contar


Pero qué caso tiene, si no busco convencer ni demostrar, es sólo que aprendo,

que disfrutar de lo cursi,
de lo trillado,
del nauseabundamente manipulado olor a tierra mojada,
del aire acondicionado de una sala de cine,
de la crema batida acompañando un moka caliente,
del suéter suavecito impregnado de su perfume,
del olor a sal y una cortina vaporosa en una mañana de verano,
de la lluvía y las sombrillas negras,
de unas manos tibias,

que todo éso no es más que mi vida, y sólo yo tengo derecho a calificar.

Y sí, me enojé un poco, pero todo pasó, que lo escribo, sí, tampoco lo niego, una pequeña exhibicionista también sabe desprenderse de mi personalidad. Image hosted by Photobucket.com

jueves, 6 de enero de 2005

Día de reyes.

El día de hoy mi sobrino será vaquero montando un caballo con cuerpo de palo y cabeza de peluche, será músico estrenando una batería roja y nadie tocará los teclados como él, ah, y no se diga lo mucho que asombrarán sus habilidades de aviador.

El sobrino mayor sabrá lo que es ser un verdadero hombre de acción, y a pesar de compartir la osadía de caballero galopante, no reparará en abrazar su oso de peluche rezandero, que no resulta más apapachable que él.

Es por éso que me toca decirles:


¡Feliz día de reyes Sebastián y Javier!.

De lo males el peor.

Sigo quejándome de mi uña del dedo índice de la mano derecha que tengo levantada (auch), traigo el filito morado y el dedo inutilizado, está entumecido. Ayer me eché sobre la panza leche que hervía con tal de acompañar la rosca de reyes. Pero estoy bien, a pesar de mi bajo umbral de dolor.

Lo peor:

Al salir del trabajo ya no veo al muchacho que me esperaba sentado en las jardineras afuera de la oficina. Definitivamente, hay de dolores a dolores.

Benditas manías

Tengo una uña sangrante, a gotitas pero dolorosa, y líbreme Dios de aquella frase asegurando que las mujeres aguantan el dolor, que en mi caso no se aplica.

Mi hermano dice que no soy femenina, y de cierta forma me ofende, no es que quiera usar color rosa a montones y faldas a medio muslo, pero me gustan los detalles, de hecho me obsesionan, las mujeres son detallistas, pero no en el sentido en el que soy, creo.

Ejemplo: No puedo dejar de ver los bordes descarapelados que carga ahora mi celular (tienen relación con mi uña sangrante), como si no hubiera cosas más importantes qué hacer.

Insertar cara triste.

Es que el teléfono es nuevo.

martes, 4 de enero de 2005

2005

2005 inicia, me gusta el número, ojalá me guste el año.

El pasado trajo cosas buenas, y más que malas me dejó con metas sin cumplir, flojeras, indecisiones y desidias. Como ahora, que muero por estrenar la nueva fecha que se marcará en la línea de abajo y aún no logro hilar dos palabras que me gusten.

De cualquier modo, aún con este comentario chafa me dedico a decir "vel rosita". Estrenamos un enero más (ay mis reumas).