La cucharita que da vueltas en el café con leche, la revista que antes hablaba de todo para la mujer actual y ahora se llena de chismes como todas las demás.
Se le da una mordidita al polvorón porque 350 kcal. por porción es una grosería, o una desfachatez. Desfachatez no es la palabra adecuada pero la boca a veces pide pronunciar palabras. A mí me pasa, de repente necesito exclamar (sí, exclamar) galáctica, chupamirto o malandrín, sepa usted por qué.
Podría parecer un desayuno pero no lo es. Es la aceptación de la que aún vive con sus papás y por ahora no tiene empleo. Hablo de mi en tercera persona y cuento dos detalles vergonzosos (o re-cuento). Después de imaginar un almuerzo que ocurrirá a mediodía en plena madrugada ya nada pena me puede dar.
Se le da una mordidita al polvorón porque 350 kcal. por porción es una grosería, o una desfachatez. Desfachatez no es la palabra adecuada pero la boca a veces pide pronunciar palabras. A mí me pasa, de repente necesito exclamar (sí, exclamar) galáctica, chupamirto o malandrín, sepa usted por qué.
Podría parecer un desayuno pero no lo es. Es la aceptación de la que aún vive con sus papás y por ahora no tiene empleo. Hablo de mi en tercera persona y cuento dos detalles vergonzosos (o re-cuento). Después de imaginar un almuerzo que ocurrirá a mediodía en plena madrugada ya nada pena me puede dar.
Nota al margen: Amo no trabajar y amo vivir en mi casa, ¿qué tan mal suena eso? No me juzguen, ámenme.
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