Veo que come una nuez y guiña un ojo, come otra y se rasca la mejilla, muerde la tercera y se asoma a la ventana a que el viento le sobe la nariz.
Con palabras frágiles intento guardar su esencia en un cubo concentrado, inspirada en el consomé de comercial que me acompaña en esta visión.
Él voltea y parece adivinar mis intenciones de sobremesa.Trae la camara fotográfica y aprendemos a utilizar el temporizador.
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