viernes, 20 de agosto de 2004

Aquí todo sigue igual.

Sin piel cambiando a un tono más decente, ni ganas siquiera de compararse con todas esas extranjeras que parecen salidas de una pasarela o los surfistas con pose totalmente cool. Pero sí con olor a sal aquí en mi sur lejos del mar, en mi tierra que no es eterna costa, palmeras, hamacas ni lentes de sol, quizás deba dejar la ilusión de huipiles y panzas que se mueven por un peso, que las tardes nubladas y la melancolía no tienen cabida en el mundo perfecto cuya burbuja no deseo romper.

Esta línea se aleja precipitadamente de la palabra precisa, si es que alguna vez se intentaba acercar.


ºººCreyó que la vida de escritora le había sido negada, pero tarde o temprana la descubrirían y sería famosa, su virtud en el mundo sería descubierta. Esperó sentada tantos años, que pequeñas telarañas se formaron alrededor de su boca, enflaquecida, perdiendo los kilos que en su juventud le pesaban en el espejo, se cubrió su sexo inexplorado, y sus oídos perdieron la última cordura que conservaba, el equilibrio mental había sido roto. Jamás fue descubierta, sus mediocres letras no la abofetearon para hacerla reaccionar.ººº

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