viernes, 20 de agosto de 2004

Difuminándose.

El niño se mimetizaba en los rincones donde habitaban las costras de mugre de la casa familiar. Sin ser barrido por las miradas de padres aprobatorios o desaprobatorios. No le interesaba ser el hijo modelo, el pródigo o la oveja negra. Deseaba tan sólo que lo dieron por nunca nacido.

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