Necesito calor, me duelen los dientes (¿por qué mi esmalte no resiste un simple blanqueador?) y reafirmo que mi umbral de dolor es tan bajo que cae en lo risible: miren a la cobarde, y sí, temo, temo, y mis pensamientos se centran en lo que siento. Descubrí que el agua o aire caliente sobre mi piel disminuye la sensación.
Hace un par de horas celebré por teléfono una fecha para recordar, sí, me gustan las fechas, me gusta que se acuerden. Hoy un 8 pero de hace 9 meses sucedió algo que ninguno de los involucrados creíamos posible tiempo atrás (-esas cosas imposibles, ja, qué ridiculez- pero ¡toma!, que más rápido cae un hablador).
Es todo, a pesar de quejarme y querer dormir un rato para no decir mas auch, quiero manifestar que estoy feliz, realmente feliz por nosotros 2.
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