Me imagino una caminata en París, en una calle empadrada y mojada por una lluvia que poco a poco se extingue, en la que las gotas de agua no son en ese momento más que una ligera brizna que eriza con su frío contacto mi piel. El día nublado y la gente pasando a mi lado conversando, alcanzo a distinguir algunas palabras gracias a mi corto curso de verano en mi inútil intento de aprender el idioma que me fascina...pero no puedo imaginar más...es una simple calle que recreo en mi mente, como tantas en este mundo, pero con seguridad afirmo que es París..quizá en algunos años este recuerdo me llegue como un deja vu, sólo si logro tener el dinero necesario, sino, me conformaré con seguir viendo las imágenes impresas o descripciones en un libro, no...sé que podré hacer esas caminatas en los países que anhelo, sé que lo haré.