martes, 4 de marzo de 2003
Ante una idea nueva, los pensamientos almacenados con anterioridad luchan para no dejar su espacio, por lo que se hacen cómplices los viejos y planean un tipo de juego travieso, danzan y se entrelazan, juntando sus manos forman una rueda que se cierra y se abre, pero siempre formando una barrera, acerando las uniones de sus brazos, aquellas que el joven pensamiento tendrá que intentar vencer, si lo logra será parte de ellos, quienes lo recibirán con un abrazo fraternal, si no, será deshonrado y mal visto, si es terco en algún otro momento lo repetirá el intento, si es débil, será desechado al olvido.
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