viernes, 4 de abril de 2003

La luz se coló en el décimosegundo sorbo al té de canela, hacía frío y tiempo, cuando el líquido llegó a la garganta noté que no continuaba el recorrido normal, decidió infiltrarse de la tráquea hacia la sangre, el doctor aún no se explica tal fenómeno, ni el de la reacción química/mágica consecuente. Desde entonces cuando mi piel se separa en pequeños trozos a causa de una herida, sale de ella un líquido plateado y translúcido con olor de aquél té que provocó todo. Bonito color, relajante aroma, lástima que no sirve de anestesiante.

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