sábado, 19 de abril de 2003

Castigadas en la esquina más oscura de la casa, ahí está mi risa espontánea acompañada de mi capacidad para preguntar y responder a los nudos de la vida...No sé cuándo las perdonaré, sus ojos llorosos hasta ahora no han logrado conmoverme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario