martes, 8 de abril de 2003
El pasto del jardín de mi vecino ha iniciado un crecimiento morado/azuláceo y así cada hoja se vuelve bicolor, el verde aún resiste asomándose en cada punta; el juego compositivo resulta innovadoramente anormal. Los bichos que habitan esa selva microscópica deben estar desconcertados. ¿Sabes algo?quizá no lo estén.¿Tú sabes si los insectos ven a colores, b/n, o qué demonios?. Al final no me importa. El desconcierto de esos entes mínimos no logra interesarme más allá de media cuadra en mi camino al teléfono público de la esquina, tal vez si me dejan observarlos con una lupa más tarde... desisto, hace calor. Elijo escuchar tu voz y recrearla durante tres horas más, hasta que anochezca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario