viernes, 27 de febrero de 2004

S/Cœlebración (semisolitariamente).

Se celebra un acontecimiento que revuela en la oreja izquierda, el plexo solar y la espina dorsal.

Pero, ¡oh decepción! a mi fiesta nadie llega, en realidad sólo había un invitado: muchacho ojos de alhelí, pero vive tan lejos. ¡Ay!

Apaguen las luces y caminemos a oscuras (hola a mi personalidad múltiple). Pero... es de día ¡Ah, plan fallido!, en tal caso vamos a estirar piernas.

Abre la puerta principal y sal muchacha. Recorre... ¿qué te parecen 1,800 km? ¿quieres más? cuidado, no te vayas a pasar. La distancia entre los-fiesteros-deberían-estar-ahoritita-mismo-jajajú-con motivo secreto podría aminorarse.

Tan sólo camina con brújula en mano. Para comenzar, enrúmbate (olé) hacia donde señale la aguja.

Camina derecho. Camina derecha. Primero, no te desvíes, tus lados se moverán en velocidad documental, docu-menta (¡ah qué fresco!) tu vida muchacha (sigue hablándo-té (¿de menta?). ¿La segunda recomendación? tan sólo orden ortopédica ¡Ay esos dolores de espalda!.

Unas 91,230 ciudades más y a festejar con compañía ¡Yujá! (infantilismos). Exagerada.

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