lunes, 25 de abril de 2005

De ladrones.

Ahí habia una moneda de bronce, juntito al vaso de agua sobre el tocador, era mía, pensaba comprarme una peineta, siempre quise una, para prenderla sobre la sien derecha, creía-creo que así terminarían-terminarán los dolores que me atacan cuando me pongo-no ponía- triste -aún lo estoy-(siempre).

Alguien ha robado la moneda, y me deja con el dolor.

Alguien se ha robado mi cura.

Espero que arda en el infierno.

Lástima que he dejado de creer en el demonio.

Quiero una peineta, si no funciona como remedio al menos me veré mejor. Creo.

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