La luz encendida, la televisión, la computadora y el aire acondicionado. Esta noche no duerme. Se consumirá su quincena en llamadas de larga distancia contestadas por una máquina, nunca cuelga antes del bip.
Busca el paquete de hojas blancas e intenta escribir, las líneas se desvían y no se le ocurre nada nuevo. Empuja la silla hasta la esquina, se sube a ella, sube la potencia del enfriador a todo lo que da, saca del clóset un cobertor. Lle gusta dormir abrigada, aún cuando afuera el termómetro del jardín marque 42.
Sigue viendo televisión, el programa de cocina que le provoca hambre, quisiera probar la comida coreana, ese pollo con verduras caramelizadas. Se destapa de nuevo y va a la computadora, abre un par de correos viejos que la hacían reír, su cuenta antes era recordada.
Quiere dormir, pero no es capaz de apagar la luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario