viernes, 26 de septiembre de 2003

De cómo una muestra gratis me llevó a pensar en...

Me han regalado tres paquetes de Listerine Portable, uno en la universidad y dos en una plaza (espero que no sea indirecta).

Láminas mentoladas consumidas: 6. tres sobre la lengua, una debajo de ella (no lo vuelvo a intentar, es la peor forma) y dos en el paladar. Sabor picosito y extremo. Sensación que se intensifica en la unión de la garganta con las vías nasales, hasta imagino un humito de aliento fresco saliendo por los ojos (lagrimeo un poco, ojos sensibles, más bien dramáticos, al igual que su dueña no aguantan mucho).

Si aspiro aire abriendo la boca recreo la sombra de un cubo helado por la garganta. Reflejo gris, sin la intensidad necesaria.

Quizá debo de volver a mi manía solidificante. Leche con chocolate, jugos, agua de sabor y natural en minipaletas. Para entumir la lengua, la garganta y las manos, sentir el tintineo de la piel al son de las células chocando entre ellas con afán de calor.

¡Ah listerine portable! En la debilidad de tu frío me haces anhelar uno mucho, mucho más fuerte.

Confirmado. Frío...me gustas.

Quizá te pareces a alguien que conozco...también él me gusta.

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So, let the music take your mind
Just release and you will find...
(Crusin')

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