martes, 24 de abril de 2007

Malhora soy yo

Un tazón lleno de fideos y la delgada figura de una mujer sobre tacones altos, el deseo de amar y ser amado, la canción de voz suave, las luces naranjas que se pierden por los muros que cubren el atardecer.

No hay nada mejor que escaparse del trabajo una mañana en lunes. Ayer huí y casi nadie notó mi ausencia, son los restos que quedan de mi presencia en esta isla,el proyecto termina y el cambio de obra plantea nuevos "retos" y por más cursi que la frase me parezca también me emociona, aunque de vez en cuando el sentimiendo de "y todo para qué" se incrusta en cada porito de la piel (aw, porito).

También hay sentimiento de miedo ante el futuro, hasta ahora es cuando todos empiezan con las preguntas de "para cuándo te casas" y demás, sé muy bien que no quiero hacerlo en los próximos 2 años, pero aparte de la tontería machista no puedo negar que los años pasan volando. No puedo evitar preguntarme si el deseo de formar una familia me llegará a tiempo. Una cosa es admirar logros profesionales de las mujeres mayores en mi empresa y otra cosa es envidiar su vida personal. Es ahí cuando las decisiones pasan factura.

Después de todo al estilo Delgadillo llevo a cuestas muchos momentos pendientes que no sé cuándo saldar, para acabar pronto, dudo que sean bien recibidas dichas intenciones. Si yo estuviera del otro lado no me dirijiría la palabra jamás, kaput a borrar, sin miedo al delete.

Mal karma el que me he encargado de crear.

2 comentarios:

  1. muchas cosas en la cabeza no? yo digo que un libro y un café a solas no te cura pero te calma. Ahhh estas cosas de ser grande

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  2. "dirigiría" ninia... solo tómalo como dato, no te vayas a esponjar ^.^
    Me sigue gustando lo que escribes

    Saludos y no te achicopales =)

    Mokaccinito

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