To do or not to do

El día de hoy en que la despenalización del aborto fue aprobada, una opinión extra qué más da.

Personalmente no estoy a favor del aborto, por mis creencias morales y éticas. Se me hace inútil tratar de definir el momento exacto en que el cigoto, embrión o feto se define como ser humano, después de todo el proceso está en camino y romper su inercia con métodos artificiales va en contra de lo que definiría el proceso de la vida. Por la msima razón no creo que sea parte del cuerpo de la mujer y que tenga derecho a matarlo sólo porque está dentro de ella, y con ello la consabida y sobada frase de que si la mujer es dueña de su cuerpo ¿qué pasa si el futuro bebé resulta una niña?,¿pierde sus derechos por estar dentro de otra?. También creo firmemente en que es necesaria una educación sexual adecuada y sin tabúes, la prevención antes que el remedio.

Sin embargo no puedo imponerme ante distintas formas de pensar, éstas también deben ser protegidas por la ley. Después de todo,el momento en que una mujer decide abortar no debe resultarle fácil, si lo decide es porque va en contra de lo que ella deseaba y cree conveniente y si ya existe el problema por qué no apoyar a la mujer en el proceso, tanto en cuestiones de salud como psicológicas, en lugar de castigarla como si fuera una criminal.

Habrá demasiados fundamentos con mayor solidez, y yo aún me encuentro muy confundida, me cuesta encontrar el equilibrio entre lo que yo creo y las personas que difieren conmigo.

Lo que me molesta ante esta situación y la razón por la que no me quedé con mi opinión guardadita son las posiciones de por así decirlo "ambos bandos", he escuchado comentarios desde que ahora las mujeres serán más promiscuas porque de todos modos abortarán si se "equivocan" y así habrá más sida (sic), hasta el típico quememos a todos los sacerdotes porque todos son unos pederastas cochinos y por éso sí al aborto. Así es como se mezclan razonamientos y ésto se convierte más en un circo que en un consenso ciudadano, aunque al parecer estos últimos años es lo que está de moda, quejarse por quejarse y asumir una postura sin siquiera escuchar a los demás.

Aunque como comentábamos un compañero (paramédico que ha atendido varios casos de aborto clandestino), una muchacha de 16 años que quiera abortar para que su mamá no se entere seguirá inyectándose o metiéndose pastillas antes que ir a un centro de salud. El problema va mucho más allá, pero el hecho de que el personaje de una historia similar ya pueda ser atendida sin que ésto implique encarcelamiento es un paso para la dignificación de la mujer (si es que vive en el DF)

Ahora lo siguiente es ¿cómo responsabilizar al padre y no sólo a la madre en una decisión como ésta? ¿cómo evitar que vuelva a sucederle lo mismo? ¿Y para los que dicen que es mejor abortar a los niños que verlos después en las calles, maltratados o en familias disfuncionales; realmente les preocupan los niños en esa situación o sólo es parte del discurso open mind?

Este es un país con personas de ideas y creencias distintas, y vaya que es difícil concordar, después de todo pasionales somos queramos o no.