Me encuentro en otros lugares, con otros rostros y en líneas escritas por otras, sí, siempre mujeres con características estereotipadas pero que me encantan, algo así como el futuro de lo que yo creí ser. Me he quedado en el bosquejo y he tirado la hoja de papel arrugado por el desagüe, en donde no aplica el dicho de "no se va pero como se divierte" porque acá terminó por irse, buen diámetro el del drenaje que terminó de alejar mi intento de vida.
Hay posibilidades de cambio, una oferta para huir a la ciudad en la que desde hace meses repito como merolico que deseo vivir, ahora no sé qué hacer, algo me dice que no huya, que en todas partes será igual, estoy por hacerle caso a esa vocecita interna, los cambios tan repentinos no me han resultado muy bien que digamos. ¿Acaso no dicen todos que el lugar en donde estoy es paradisiaco? Debo quedarme a comprobarlo, o quizá no. Aún no decido nada y sólo me quedan como 20 horas más.
No seguiré enlistando los pros y los contras, existe una fatiguita emocional, de verdad que está ahí. Es así como se da dispersarme y fallar.
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