miércoles, 26 de mayo de 2004

Momento Suntory.

El día comenzo nublado.

La noche terminó con un abrazo y palabras al oído que no pude distinguir pero sí intuir, en una película donde los pasos de tacón bajo y deseos amarrados a un árbol, se mezclan con un té que finge ser whiskey y un dinosaurio caminando sobre paraguas transparentes, una novia en un templo donde los troncos cortan el agua y el tren retorna al elevador donde él la vió por primera vez.

Hoy la mañana ocurre normal, sin pequños robots que miren a los ojos desde su pequeña altura, ni fuegos artificiales, ni karaoke.

No quiero ser ella, no me gustaría serlo, o quizá en parte lo quiero y lo soy, porque el arte se vive y se apropia, quizá la imagen se mistifica en la comparación, pero las mismas dudas del ser, el miedo a no sentir y la sutileza del amor coexisten en la presente realidad y durante 2 horas de ayer.

Y es entonces que la sonrisa se bate sin parar, el corazón (ése que aprendo a nombrar) se cobija un poco acongojado y un poco ilusionado descubriendo que el eterno cielo se cubre de gris.

Después de todo la vida es y no se para, allá nosotros si tomamos nuestra soledad y la aventamos al ruedo para impregnarla de neón.

Aunque nada garantice que brille en nuestra imperfecta eternidad.

martes, 25 de mayo de 2004

Esta noche los sueños no podrán abrazar.

Ocurre que las frambuesas se acabaron, y me he quedado frente al congelador abierto y los brazos tirados, zafados en la angustia del azúcar glass sin acompañante. Podría recogerlos si mis lentes no se opacaran, si las ganas de lucir braceletes renaciera, si se necesitaran para dormir.

Con la barbilla cierro la puerta superior del refrigerador, los pasos cansados me llevan a mi cama y mi estómago retumba con un antojo feroz.
¿Y qué cuentas?

Es la pregunta que temo, la que se atraviesa en todas las personas que reencuentro. La escucho y mis piernas se vuelven débiles, mi sangre burbujea y mis lágrimas se producen en cantidades industriales.

Me resulta difícil hacerle entender a alguien que mi inactividad no es del todo traumática, quisiera evitarles esa cara de "ay pobre de tí" que se vislumbra al imaginarme con un trabajo aburrido, encerrada en una ciudad donde el número exacto de personas con las que hablo son 5 ...

La nota se quiebra, sé que yo transmito la frustración, y es real. Dejemos que fluya el drama, el llanto, el dolor, aquello que hace festiva la planicie de los días. Pero son mentiras, no hay drama, ni llanto ni dolor, ni pláticas largas, ni abrazos tibios, ni sonrisas para el cansancio. Sólo días blancos, y blancas anécdotas.

¿Desde cuándo vivo en un cuaderno de hojas blancas, con las manos atadas y la renuncia a mis colores?, no hay gamas opacas, ni gamas brillantes, no hay líneas en negro ni manchas púrpuras y rojas. Blanca invasión monótona.

Soy ojos callados.

Esta boca no sabe cómo contestar que no hay nada nuevo y que hay que esperar.

jueves, 20 de mayo de 2004

Hace casi un año una magdalena asqueada se limitaba a quejarse por una ilusión falsa que le habían dado, un mal regalo que enfriaba sus manos y convertía los abrazos en señales marchitas.

Días después alguien levantaba su cara por el mentón y parecía besarle las lágrimas, ella mordía su cabello mojado y con él entre dientes comenzaba a encender luces definitivas, gestos en calefacción redimidora.

Pero ella es necia, pasó el tiempo-distancia y no quiere luchar otra vez. Que si el sentimiento equitativo, que si la imposibilidad de la unión, que si la espera que añejan sus ojos, los entristece, los opaca.

Se sabe egoísta porque siempre decide sin opiniones externas, a ella le han hecho lo mismo, pero sin amor.Mala excusa. Malvada.

¿Que si lo quiere? Esa pregunta le resulta absurda y hasta ofensiva (cuando no está en posición de pedir más), pero si es tan necesario, contesta que como a nada ni nadie , en un cliché de palabras que no satisfacen, pero que no es más que la recontracochina verdad.

Nadie la entiende, no se autoentiende, no quiere saber.

No quiero hablar (¿cuándo se dejó la tercera persona?). Por increíble que parezca, parlanchina.

Hoy no. Ésto se terminó.
Si fuera un mes sería - Diciembre.

Si fuera un día de la semana sería - Sábado.

Si fuera un momento del día sería - La madrugada.

Si fuera un planeta sería - Tierra.

Si fuera un animal sería - Lobo.

Si fuera un mueble sería –Un sillón mullido.

Si fuera un líquido sería – Coca-cola.

Si fuera un instrumento musical sería - Cello.

Si fuera una emoción sería – Ternura-enojo.

Si fuera una verdura sería – Lechuga rizada.

Si fuera un elemento sería - Tierra.

Si fuera una canción sería – Hey little apple blossom (white stripes)

Si fuera una comida sería – Chocolate alemán.

Si fuera una parte del cuerpo sería - Boca.

Si fuera un olor sería – Tierra mojada (original yo =S).

Si fuera un objeto sería – Un libro de cuentos de Cortázar.

Si fuera una asignatura sería - Lingüistica.

Si fuera un dibujo animado sería – Mafalda+Liza simpson+Akane (sin lo bonito, intrépido o brillante, más bien inconforme y peleonera =p).

Si fuera una figura geométrica sería - Cubo.

Si fuera un número sería - 23.

Si fuera un país sería – México.

viernes, 14 de mayo de 2004

Falta de antiséptico

Falta de antiséptico

El sueño la invita a levantarse de su banca, sin decir adiós a los compañeros de condena, la incita a caminar con los gestos difuminados, la hostiga para dejar la compasión que provoca.

Dulce zombie paseante, que recorre sin expresar sus emociones, encuentra el abrazo de algodón que borre tus ojeras y te haga querer despertar en un rato más, entre la tibieza de cobijas, y afuera, el descanso de la lluvia fría con olor a menta.

La negativa se apodera sin ser decisión conciente, la desgarran brazos de lija, la atan cuerdas crudas que le cortan las ilusiones.

Busca la salida, no es tan difícil, en realidad la complicación la maquilas tú misma.Basta de lo mismo.

Ella no busca huir, aprieta los nudos y gira la llave a sus esposas. Se deja incinerar rutinariamente: los ojos, la boca, los planes, el confort que le prometía su ilusión.

Recuerda que harías, serías, tendrías, verías,oirías, aprenderías...

Pero las heridas están hechas y los brazos de algodón no llegan a curar.

El sueño se canso de insistir.

miércoles, 12 de mayo de 2004

Notas para disolver

Es ahora que imagino escuchar un blues internándose a través del oído izquierdo como si fuera caracol.

Mientras, espero el fin de estas horas "laborales" cuando el reloj me marca que el día apenas comienza, intento soplarle como a cenizas indeseadas, pero el tiempo no es ligero ni proviene del fuego.

Me han dado deseos enorme de oler copal, y tener en un jarrón enorme decenas de flores anaranjadas y violetas. No tengo flores de ningún tipo ni a mi diestra ni a mi siniestra.

Se cuela por los vidrios rotos el tururururí de una melodía tristemente real que rompe con crudeza mi burbuja sonora imaginaria.

Se forman ideas psicóticas que recaen sobre un organillero y su melodía de Adelita. El complemento es un recorrido en carrusel de una banda de guerra que insiste en darle vueltas al edificio donde trabajo, cuando los ensayos de graduaciones me importan menos que encerrar humo entre mis puños.

Hoy al despertarme bajé los pies por el lado más angosto de la cama y no por el izquierdo. Así que no es un día malo el que comienza, es más bien que mi inconformidad es una bomba de chicle que me ha cubierto y no la puedo despegar.

La muchacha anciana canta que vió llover y a gente correr, el blues irreal regresa. Vaya forma de descomposición por aquella que ignora las formas originales. Se escucha un piano y la coraza pegajosa empieza a ceder. Ya era hora.

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Konrad Krzyzanowski

Siguiendo a miss Irma

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Veo hacia arriba y hacia abajo al mismo tiempo...ah qué caray con la simetría.

lunes, 10 de mayo de 2004

Enmedio de un terrible dolor de cabeza que invade los ojos, me doy un respiro para quejarme, descubrir el nuevo look de blogger y felicitar a las madres (Especialmente a la mía y a mi hermana), al rato que llegue a mi casa subiré un primorosa imagen para conmemorar (mensaje a los que se encuentren acá: en realidad no es tan primorosa, así que no hay que comer ninguna ansia).

...Tiempo después...

He aquí la imagen:

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viernes, 7 de mayo de 2004

¿Y si aprendo telepatía?.


Es un verdadero caos, las conexiones de comunicación virtualmente náuticas han sido aniquiladas (malditos cables de red), y el llanto amargo de las lágrimas aburridas
b
r
o
t
a
n sin que ningún pañuelo extra absorbente pueda contrarrestarlo.

Ente veladuras que empañan la mirada, pienso que las horas serán cada vez más rastreras y a_r_r_a_s_t_r_a_d_a_s y que la vaguedad de las ideas blancas serán más vagabundas cada vez.

Pero inicio una nueva página, donde busco la solución al reloj amo de mi esclavitud laboral. Esta página es en word, allá en ese programa donde es imposible romper la hoja con un borrador que intenta asimilarla con el corazón desgarrado que pertenece al mismo ente que la mano que lo sostiene (a la goma) .

Mi virtualidad de letras solitarias no se enfrentan más que a mis ojos, a menos que los presentes en este cuchitril llamado oficina asomen sus narices (ya hablaremos después de las excentricidades fisiológicas que se ven por acá) para leer el resultado de mi aporramiento en estas pobres teclas atascadas y sucias. Pero dudo que osen a arruinar sus pensamientos de bondad ante mi gesto de ojos entornados y boca empequeñecida -aquél que traducido a palabras resultaría en: “¿qué demonios haces en mi pedazo de suelo?, largo de aquí…¡absurdo! (absurdo me gusta como palabra para ofender, es el adjetivo que más me identifica, y a nadie le gustaría identificarse conmigo, no, no.) -.

Quisiera que internet volviera y quisiera que mis palabras de cariño fueran leídas por (Chucharly Brown).

Pero mi incomunicada incomunicación no desea desincomunicarse y no me queda más que incomunicarme cada vez más con los que a mi alrededor se intercomunican y me desechan de su círculo comunicativo (más bien sola me echo, porque la incomunicación real nunca me ha molestado a menos que con quien me desincomunique signifique algo en mis sentires”).

Pero tú, sí tú, áquel cuyo nombre cabe entre estos paréntesis (Armandurum), déjame comunicarte que aunque no puedo comunicarme te extraño y te quiero endemoniadamente.

Ya te enterarás cuando la comunicación de esta absurda conexión me deje de patear el hígado.
Llego corriendo a la oficina después de mi "hora del almuerzo", qué más bien consta de "agárrate un ratito donde no haya nada qué hacer" para salir a caminar un poco y dejar atrás el calor y parsimonioso trabajo que alargas como chicle con tal de no quedarte sin nada qué hacer.

Y sí, es cuando aprovecho para escabullirme por un desayuno que se conforma por una lata de cafeínan fría y una bolsa de papas con queso... Ajá *dejo espacio para la cruda moral por no haberme tomado algo más nutritivo* ya veo porque luego me ando avergonzando cuando me abrazan y mi pancita lechera compañera desde hace 22 años sale a flote (el año de bebé no cuenta), en fin, que en estos días se vale consentirme.

Ciao a la pantallita de new post, (sin saludo porque me cae gordo) trabajo que hacer .

(Ya me quiero ir a mi casa).

lunes, 3 de mayo de 2004

Rec

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Ayer se fue la luz 4 veces en intervalos de 15 minutos cronometrados.

Ayer quise mandar 5 meses del calendario a otro tiempo donde me fuesen más útiles (p.e. para revivir con el muchacho poeta), como días-bloques que un niño con ínfulas constructoras acomoda en su cumpleaños número 2, cuando las recomendaciones de su caja play school decida que sus capacidades motoras le responden.

Inicia paréntesis

Y nada, que se incrustan historias que no deseo en mis sueños, preferiría recordar.

Ayer canté con brujas mientras dormía, en una madrugada que me despertaba para decirme que mi alma flotaba fuera de la habitación. Si no creyera en los desórdenes del sueño, en este instante estaría presentándome en una reunión parapsicológica y mis pósters de X-Files saldrían de su montaña de polvo. Pero he aprendido que los ojos cerrados no son de confiar, y la niña que camina sin pies me ha mirado tan tristemente que su mano jalando mi falda tan sólo me dió ternura.

Pefiero mi realidad, aunque la anhelada esté en pasado.


Fin de paréntesis.


Ayer quise grabar mis recuerdos en el formato de audio y video más nítido posible, programarlo en repeat y verlo hasta que los párpados se volvieran insoportablemente pesados por el sueño y las lágrimas acumuladas por la mujer que intenta traspasar la pantalla y encontrarse con el pedazo de vida que traza el esquema del deseo *esos sacros días compartiendo horas de dormir sobre la misma porción de tierra, cuando hubo un nosotros palpable: muchacho poeta & muchacha que ama. Antes del hasta pronto que durará 5 meses*.

Pero los sueños y los recuerdos se disuelven con el tiempo y nada se puede hacer. Unos no existen, ni me importan, y los otros necesitan que los nosotros pierdan su lejanía.

La caja de la vida recomienda mi edad como apta para realizar lo que me venga en gana, pero el instructivo para modificar los bloques se perdió, el tiempo corre en una versión amarga, y la carencia de elementos -locación-producción-materiales-falta de un personaje- me impiden el paso para grabar la versión extendida de lo que tanto me gustó vivir.

*Recursos insuficientes y off.


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Age: 18 +