Gotas rojas sobre mármol rojo
Quise moler cristal entr mis manos de acero, hasta convertirlo en sustituto de azúcar, polvo finito apto para repostería. Todo por el afán de un pastel de chocolate glaseado, glucoso deseo de boca cremosa.
Pero el metal en mi piel resultó tan blando, tan inútil. La ambulancia viene en camino, en una calle paralela floreros repletos de gladiolas blancas buscan el mismo destino. Comienzo a hacer apuestas con mi persona oscura y mi fe desea perder.
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