La mostaza me persigue...o más bien el color (semillas de la variedad rubia o amarilla para mayor precisión).
Hoy que comí bajo la lluvia (con un techo que me mantuvo seca)
y que caminé con más agua arriba de mí (y encima, a los lados y abajo) me di cuenta.
Este color me está comiendo (me vengaré comprando un frasco de este condimento, ¿qué se cree?).
Los muros de Puebla se bañan de sus tonos. Y mucho temo que mis recuerdos están empapados ya de él.
Asociación= evocación /aroma /color...100% establecida.
¿asociación de?:
*últimas comidas con amigos preguntando: ¿eres real? y risas (yo les hago eco, así de simple es mi humor ...si si...soy extraña, lo sé...¿y y?, no se avergüenzan ya de mis metidas de pata, normal y hasta añorable añaden).
*pasos rápidos + tropiezos con rumbo a talleres callados.
*buffete de postres y platitos llenos de pasteles, gelatinas y galletas (aprovechando hasta el último hueco).
*patios interiores (si algo amo en este mundo son estos espacios...quiero uno para mí sola, con derecho de admisión).
*mis días lavados, deslavados y exprimidos.
...Así que una cucharada de mosto ardiente por favor...para no olvidar el día en que hubo matrimonio entre el condimento y mis tenis rojos mojados.
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