sábado, 26 de julio de 2003

Fiestas de mujer que faltan a la lista.

La tv prendida y la luz apagada. Veo mis manos azules, alzadas ante la pantalla, contrastan con el vestido rosa de la muchacha quinceañera protagonista del programa en curso. Mujer de quince años es origen de fiesta, baile, peinado, maquillaje y vestido de tirantes. A mí esa edad no me dejó ni un abrazo de consolación. Por eso quiero casarme. No por amor, o compartir mi vida con un hombre, me gusta mostrar mis hombros, y ser el centro (de vorágines) de miradas. ¿qué mejor forma que siendo la novia?. La novia más linda dirán algunos invitados, ¿y qué si es mentira?, mi vanidad sabe cerrar los ojos ante la pirita, si la idea del oro la hace crecer. Y dicen: Ella de blanco, tan pura y virginal, tan educada y estudiosa, tan callada y obediente, con voz tenue y mirada brillante.


Los sueños comunes me dan asco, al menos cambiemos de pantalla, pantalla azul, o verde, así se puede agregar el fondo preferido. Espinas en las manos en vez de flores, velo que oculte el resplandor o lentes de botella (botella de vino muy bonito color rubí. Aroma intenso de especias como pimienta, Excelente gusto, amplio, largo, poderoso en el cual se funde con notas tostadas y de frutas) Luna de miel en fin de semana y departamento debajo del de los suegros o vidas compartidas en Camboya, Escocia (hola Nessy) más una isla de mar turquesa y arena perla.

Paréntesis para datos intrasecendentales.
(Materia preferida: Matemáticas.
Color: Magenta.
Flor. Magnolia.
Pasatiempo. Magullar duraznos y matar lagartijas a pedradas.
Sol o Luna: Luna lunera.)

::::....Fin de pensamiento matrimonial....::::

Un café negro como ideas perdidas. Y el vapor de agua que fluye hacia mi como la luz de la pantalla. Panteras y águilas combinadas en alebrijes (podríamos añadir cincos toros y una ternera), ha pasado media hora y la programación cambia. De fiestas de mujer a viajes y cocina. Una noche de insomnio para beber y ...y no sé qué más.

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