domingo, 29 de junio de 2003

Hoy recordé (¿o soñé) una alberca con olor a cloro y brillos de sol, mi imagen de ella se transforma en una rodeada de vil concreto, a otra con plantas y hasta una pequeña cascada, otra con trampolín, pero en todas ellas el ruido de muchas voces, y la forma en que curiosamente se distorsionan al meter la cabeza en el agua permanece ...Cuando iba en la primaria mis compañeras las riquillas hacías sus fiestas de cumpleaños en sus propias albercas o en las de sus abuelos (¿o sea no?), nos la pasábamos todo el día en el agua (en el buén término de la palabra) hasta acabar con la piel hecha pasa y las mejillas, nariz y hombros rojos (ardía mucho) sólo parábamos para comer por lo general pizza, bocaditos de mole o de atún, sandwiches o algo sencillo, aunque no faltaba quien se le ocurriera darle a 30 niños revoltosos el plato típico de Iguala (pozole...¿en qué estaban pensando?) y claro, los refrescos o los frutsis...de ahí seguía la hora de juegos "terrestres" (por nombrarlo de una forma...después de comer no se puede nadar, así que...) los premios de los concursos solían ser buenos sobre todo los de Luly (nah...Luz María, yo odiaba decir el Luly) y Karla...sus abuelas son las de más lana por el pueblo, y aunque creo que nunca gané nada se compensaba en los aguinaldos, en una ocasión aparte de los chocolates, chicles de la Rosa y duvalines venía una diadema delgadita con piedritas de colores (cero fashion ahora) y un paquete de 30 plumones (los amaba), con los que me fui feliz a mi casa en el asiento trasero de Ford Lincoln gris de mi papá (Esa vez hasta mi mamá fue por mí). Fue curioso recordar que muy pocos niños eran invitados, los de ley eran Jachar, Enrique y Arturo Casarrubias (siempre me pareció extraño su apellido) a él lo nombro completo porque en mi familia siempre me molestaban porque creía que me gustaba, pero no, mi atracción hacia "ellos" fue hasta los 14 años (mis amigas comenzaban a asustarse, igual que ahora que soy la única que no ha tenido novio...pero pus cada quién va a su ritmo ¿qué no?...ejem...si parece que yo voy de rodillas, pero se hace lo que se puede). A Arturo no lo volví a ver hasta que teníamos como 16 años, llegó a la prepa donde estudiaba (él fue de visita pues ya estudiaba en el DF) con un breve saludo entre nosotros pude ver que el tiempo le había hecho muy pero muy bien. Así es como el recuerdo de albercas y fiestas me trajo a la memoria los hombres que me han gustado (hombres...me suena raro, pero no encontré otra forma de decirlo...¿batos? no...yo soy del sur, ¿niños?...demasiado fresa...lo dejo así) él primero fue Toño a los 14 años, en una clase aburrida en la prepa (de nuevo), yo al lado de la ventana que daba a una especie de patio, qué más bien era corredor ancho con árboles y mesas de concreto a los lados, y él sentado ahí...a pesar de conocerlo desde que tenía como 8 años (hermano de Tania, una amiga) ahí fue como en las películas más cursis y baratas, lo ví como el más guapo y encantador de la escuela, nunca se lo dije, pero al igual que los demás de mi lista siempre se enteraban (o al menos eso creo), ya sea por mi falta de disimulo o un/a amigo/a chismoso/a (nunca faltan), de ahí siguieron David (la chica), Ángel, Javier (el chino), hasta que llegó R (Antonio R ) lo conocimos 3 amigas al mismo tiempo cuando planeábamos hablarle a su hermano por teléfono (esas llamada anónimas ...más película cursi y barata) y él contestó...horas hablando con él antes y después de conocernos personalmente, amigos, amigos, aunque yo quería algo más nunca le dije nada, hasta porras le echaba cuando decidía declarársele a alguien...fue el primero y único que tan sólo de verlo me hacía sonreír y sí...si es cierto eso de las mariposas en el estómago, ¡lo juro!, aunque después de los 17 no me han vuelto a visitar. Él con sus ojos rasgados pero grandes, que brillaban como personaje de anime japonés, con su risa media chueca, su piel morena y perfume de Polo Sport es parte de mi vida que nunca podré ni quiero borrar. Así llegó Azael (si...el que dije que no merecía nombrarlo, pero al final lo he hecho) físicamente me recuerda a R, pero 2 cosas cambian, el perfume que ahora se convirtió en Aqua di Gio y en la forma de ser, que Azael lee más, sabe más, es cierto, pero jamás será tan tierno, dulce, amable como mi primer amor...aquél que jamás diría algo que me hiciera llorar...

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