Los pasos despiertos y agitados encaminan a la insomne a la recámara del dormido, le dice entre nervios erizados que la noche se ha vuelto mala. El dormido ya no recibe ese adjetivo, porque su tarea ahora consiste en recostarse al lado de la miedosa para abrazarla y contarle un cuento. Él se convierte en dragón que busca malvaviscos en un castillo donde sólo vive una princesa, el final llega con el sueño logrado de la que no podía dormir. Todo esta bien, la noche recibe el descanso de esa casa y permite que la nada y los ruidos inquisidores sigan su curso sin molestar.
domingo, 31 de octubre de 2004
Una noche.
Los pasos despiertos y agitados encaminan a la insomne a la recámara del dormido, le dice entre nervios erizados que la noche se ha vuelto mala. El dormido ya no recibe ese adjetivo, porque su tarea ahora consiste en recostarse al lado de la miedosa para abrazarla y contarle un cuento. Él se convierte en dragón que busca malvaviscos en un castillo donde sólo vive una princesa, el final llega con el sueño logrado de la que no podía dormir. Todo esta bien, la noche recibe el descanso de esa casa y permite que la nada y los ruidos inquisidores sigan su curso sin molestar.
Hablando de Juárez.
no te he dicho?!!!
waiting for the great pumpkin dice:
jaja
waiting for the great pumpkin dice:
me reí como 2 horas cuando llegué y ví algo
waiting for the great pumpkin dice:
Armando les contaba a todos y yo toda roja
waiting for the great pumpkin dice:
tienen un eje vial que se llama Juan Gabriel!!!
waiting for the great pumpkin dice:
jaja...todavía me río
Oscar dice:
jajajajaja
Oscar dice:
a poco?
Oscar dice:
jajaja
Oscar dice:
no manches
Oscar dice:
paso a desnivel el "buki"...
Oscar dice:
nomas les falta el polideportivo Te-te-te-te-temerarios
viernes, 29 de octubre de 2004
Invitación.
Qué suerte que no soy neurocirujana, o encargada de una torre de control dirigiendo aviones, manejar el control remoto y los controles del ventilador no causan ningún estrés.
Huele a ponche de frutas, y yo no fui la cocinera, ¿quieres tomar una taza?. Invitado estás.
miércoles, 27 de octubre de 2004
martes, 26 de octubre de 2004
Ésto que debería quedarse tan sólo en mi cabeza.
Me canso de intentar, de creer que las cosas se componen.
Hay veces que la energía se agota y no hay manera de recargarla.
No hay otra forma que conozca para funcionar: Demasiados fallos, demasiada tristeza, mucha melancolía, y la eterna pregunta de ¿vale la pena el esfuerzo?.
Tengo que añadirme culpa, porque "se ha tenido demasiado, no hay razón para sentirse así".
Entonces, cómo le digo a mi demonio interior que me deje de torturar.
sábado, 23 de octubre de 2004
No nos quedaremos esperando.
En medio del campo de calabazas, dice el recado, ahí te veré, porque cambiaste el mencionado centeno, con el ánimo de conservar la búsqueda de pureza, el mundo está lleno de brontosaurios, lo sabemos, pero busquemos a las Phoebes disfrazadas de brujas o de hadas, busquemos la llegada de la Gran Calabaza en el lugar adecuado.
Y la que será mi primera visita a un sembradío promete la bendita compañía de un corazón de cereza, el que invita a la muchacha encerrada a conocer el aire abierto del cielo púrpura que cubre las hortalizas naranjas. Cierto, no conozco ningún campo de cultivo, y deja las riquezas o altas sociedades que no conozco, no, no son el motivo, si quieres oír la respuesta escoge entre a) apatía o b) miedo, elige.
El fin de octubre nos da pocas opciones, entre ellas impregnarnos de felicidad mercadotécnica, el espantapájaros y la noche que aúlla con su boca-luna llena erizará los poros y colapsará las células. Pero sentiremos, no importa que el celofán que envuelva esta vida sea barato, pongamos cintas negras ¿sí?, déjame ensayar el moño de fantasía tamaño jumbo. Nosotros en la noche podremos volar y buscar ésta o cualquier mítica figura, aunque Charly siga esperando otro jalogüin, a nosotros ya no nos sirve el verbo esperar.
jueves, 21 de octubre de 2004
Mezcolanzas.
Si me llevas a tu casa prometo aprender a hacer pay de queso, prometo echarle suavizante a la ropa, aunque el olor me hace estornudar. Dime que tendremos un gato negro y un porche para sentarme a ver el amanecer y el atardecer, empujando con un pie la mecedora que estará al lado de la tuya.
¿Recuerdas a la niña de cabello negro? Empezaré a imitarla desde mañana. El arcoiris puede esperar.
miércoles, 20 de octubre de 2004
Me dice, le digo.
Volvemos a los cables me dice, y a las señales de satélite replico.
Nuestra proximidad y libertad tecnológica estuvo a punto de cumplir cuatro semanas, y la fiesta de celebración tuvo que posponerse, quizá haya otras cuatro semanas que se nos presenten en las mismas condiciones -o tal vez no- pienso, sin decírselo.
Huele a canela, mi memoria olfativa se dispara a los días en que... *conexión de recuerdos rota*
¡FUE UN ZÓCALO MOJADO! -Parezco gritarle en la pantalla del mensajero, ¿bendita? tecnología. ¿Recuerdas? Nunca pude ver el espectáculo de fuentes danzarinas. Me dices que sí lo ví, pero estás equivocado, verlo a medias no cuenta. Querías correr, demasiada cerveza, demasiado café.
Y las velas, me faltó confesarte que en esa misma mesa estuve con alguien tiempo atrás, no fue a propósito, elegí la mesa sin pensar, no tiene caso, para mí ya nada significa, de cierta forma es el culpable de nuestro encuentro. ¿Será cierto que todo lo malo pasa por algo? Entonces, esas lágrimas tenían propósito, que tú las recibieras y poco después las besaras.
Necesito creer que esta conversación tiene un sentido, dímelo tú.
martes, 19 de octubre de 2004
Esto lo soñé.
Sin saber que el escudo bordado representaba la vida, ¿y quiénes no llevaban la insignia? pobres ingenuos, ¿hasta cuándo notarían la falta de respiración?.
Enmedio de un baño de mosaicos verdes con un sonido de percusión (zapatos de niños multiplicado con ecos), la intrusa de cuerpo grave no entiende lo que sucede hasta que despierta, o al menos eso desea creer, liberándose de...
domingo, 17 de octubre de 2004
Incluyéndome en el recuerdo.
Con palabras frágiles intento guardar su esencia en un cubo concentrado, inspirada en el consomé de comercial que me acompaña en esta visión.
Él voltea y parece adivinar mis intenciones de sobremesa.Trae la camara fotográfica y aprendemos a utilizar el temporizador.
jueves, 14 de octubre de 2004
Fuga frustrada.
Logró escapar.
Va enmedio de 2 sombras, entre cielos no vistos y tierras blandas para sus pies duros de encierro. Se somete a la luz de un sol que creía perdido, idealizado entre tintas y óleos de su talento frustrado, en la soledad las falsas virtudes parecen inflarse.
Ahora contra la luz se minimiza y comienza a secarse, perdiendo agua a montones cual hoja de otoño. Sus salvadores la proveen de auxilios tardíos, entres sus manos ella se resquebraja.
lunes, 11 de octubre de 2004
Adiós al norte.
Podría decir que estoy bien, y lo estoy, si me comparo con una coca cola que fue abierta el día de ayer, la esencia continúa intacta, pero la chispa y las burbujas se han esfumado. Te extraño, y mucho.
Tengo antojo de alitas, y de una tarde de cine, dentro de dos días será miércoles, y la rebaja en los boletos me serán inalcanzables, esta vez el aire acondicionado a todo lo que da y el chocolate terminándose antes de que finalice las recomendaciones de guardar silencio y apagar el celular formarán parte de la historias de otros, pero no de la nuestra. Necesito tomar agua, aquí hay más agua que estados arriba, estados que cruce enmedio de nubes, el sábado pasado mi recorrido fue entre nubes y entre niebla, parecía que el cielo se deslavaba como mi corazón con la tristeza.
En el avión me despojaron de las primeras flores que me interesaban, con aquel moño rosa enorme y las pequeñas flores moradas que fueron mis favoritas, si veo a la azafata mentirosa tendré ganas de lanzarle una patada (y con coraje, a éstas se le quitan lo mariconas -a las patadas, no a las azafatas-), pero no valdría la pena, porque al final nada se resolverá, y me gusta más enchilarme con las buffalo wings que con las personas que me quitaron tus vestigios. Quiero alitas, comerlas contigo y con nadie más, y una coca recién abierta y llena de hielo, para dibujar caritas felices en el ticket de la cuenta al creernos especiales para la mesera, mugrosa desilusión, la muchacha sigue los principios de sonreír a todos los clientes. Pero somos únicos, sí, o al menos tú eres único para mí, nadie cómo tú, nadie. El nino con ojos alhelí.
Esta muchacha se va a resguardar, como refresco fresco (no a la soda) que busca la boca que la sabe saborear.
¿Quieres Cherry Coke? . En Diciembre me renovaré, y ahora sí, que el mundo se cuida de las burbujas que recrearé.