lunes, 3 de noviembre de 2003

Ve estos colores y sentirás.

Alguna vez se tomaron clases de pintura con un hombre llamado Mario,
alguna vez ese Mario exclamó: “no hay como los colores del cielo”.
Un alumno presente con un nombre común pensó que esa era la frase más predecible que había escuchado en su vida.

Tiempo después ese alumno recordó la frase y le dio la razón a Mario.
Calificó a la visión de su exprofesor como poética.
se preguntó si era el adjetivo adecuado.

En medio de su ciudad-valle rodeado de cerros miró el cielo común y se unió a él,
Sintió el revoltijo del azul, el naranja, el rojo, el blanco y el negro de un mes llamado noviembre.

Vio una montaña azul, y rescató entre sus neuronas una línea escuchada años atrás: “El azul es el verde que se aleja”...

Un anuncio de coca cola expresaba el daltonismo o el poco sentido de una combinación decente que profesaba el electricista que lo había instalado horas atrás.
Un reconocible blanco y rojo acompaña unas letras señalando un servicio de baños y regaderas, una luz neón rosa enmarcaba el cuadro luminoso. ¿Rojo y rosa? juntos jamás.

El alumno con nombre e ideas comunes los miraba, cielo y anuncio de luz.

En voz alta -“Los colores son dictadores de mis emociones”- dijo.

En un balcón vecino una mujer que no fue nombrada en el relato sino hasta el final le sonrió.

Y la filosofía cromática de un ex aspirante pictórico con nombre común... se fue al carajo.

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