Ahorita no...gracias.
venga más tarde por favor...
Gulp, uno pasa saliva o intenta hacerlo,
una capa ácida recubre los sentires y la pupila tiembla,
tres nubes se desgarran mientras flotan entre púrpuras y naranjas,
el silencio del otoño provoca la quietud de unas manos,
y esa parálisis maquila lágrimas.
¿O es la luz con olor a incienso?
¿O es el cabello que flota y las rodillas abrazadas?
¿O el sueño que fue expulsado por el tono de un celular?
No importa, al final nadie comenzó a llorar como se debe
...a gusto y con sales recubriendo la cara, las manos y hasta la barriga.
Al final un ¡chu! sirvió para espantar a la melancolía.
Pobrecilla, pero ya regresará y será recibida con pan de azúcar.
Esta vez no era su turno,
que tome el ticket y espere sentada al lado de esa cama,
la cubierta con la colcha azul, la rasposa.
Ahora es momento de Talita y Tráveler, del código entre dos.
Es momento de desgarrarse sin dolor.
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