viernes, 15 de diciembre de 2006

Un venado cruza una escuela sin niños. El cejo fruncido del protagonista y sus sandalias me provocan un no se qué, y no hermano, me niego a decir que se parece a tí, quizá un poco, en la mirada, sí, quizá un poco.

Sabes que estás harto de todo cuando empiezas a verle rostro de punching bag a los que antes considerabas agradables, supongo que a mí me han visto el mismo (menos o más) número de veces de la misma forma. Es que sólo quiero a alguien a quién patear, o de menos pellizcar. Nunca me han golpeado y nunca lo he hecho yo, hay cosas que me gustaría probar y en otras situaciones mi bajo umbral de dolor les implora piedad, será por éso que cargo con esta cara de no rompo un plato, y vaya que no lo rompo, tan sólo me gusta cambiar las cosas de lugar (qué light).

Come Armageddon, come!

Habrá que buscarle tres pies al gato de una buena vez.

Lijar una caja grande, barnizarla con barniz mate y derretir ciento veintiún velas rojas, moradas y verdes (temporadita manda). Es que no tengo más nada que expresar.

2 comentarios:

  1. Te cuento un secreto...yo si rompo no solo un plato si no toda la vajilla,he golpeado gente y me han golpeado y he hecho cosas que ni te imaginas, caray que cosas y yo que crei que eras bien aventada...pero en fin aun asi me caes bien...

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  2. Jaja, uhm soy aventada en ciertas cosas, no te creas ; )

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