El tinte de mis gafas hace que todo luzca como fotografía de la infancia, con esa capita sepia que apachurra el corazón. Lo mejor es el cielo con un azul viejo y las nubes sucias, quién diría que $75 y unas micas de mala calidad me traerían ratos de felicidad. Lástima que la protección de mis ojos ante los rayos uv queda en el aire.

Meses atrás pedía boletos de avión, ahora son tan fáciles de conseguir como una semana apretada de dinero, pero el tiempo y los permisos son la mayor impedimenta, o impedimento (me ha gustado más la palabra que rima con pimienta, ¿sí rima, no?).

Anoche me enteré que el papá de Johnny Depp era ingeniero civil, horrorcito (nadie salga ofendido, antes sí conocía ingenieros buena onda, de hecho aún los conozco, pero hay uno o dos que... lo mismo sería contra los señores panzones y gritones, que todos me caen bien, menos uno, y englobar al resto no es justo, es sólo que JD no debería pasar por ninguna mancha, aparte de gustarle tan flacas... ¡insisto!

Mi intención de no comer carne sólo duró 6 días, qué triste, ¿puedo echarle la culpa al restaurancillo que nos paga la empresa? me cansé de comer un platito de pasta o doritos nachos, que la cosa no es ésa, ¿a dónde se fue la comida saludable? no la he visto pasar.

Tengo ganas de dormir 1 ó 2 días enteros, despertarme para ver tv y que todo lo que quisiera estuviera en la cocina o a una llamada de servicio a domicilio. Esas serán mis próximas vacaciones, jeje. Sin pretensiones. Ah, éso y ver a gente que tengo meses sin ver, gente que quiero. Creo que podré conocer a otras personas también, me da emoción. Dormir y gente que quiero, cómo extraño esa combinación.

El mejor regalo que podría recibir ahora sería una playera de Katy la Oruga.

No encuentro ninguna : (

Danup manita

Hoy es un día simplón y feliz. Nada más ad-hoc que este comercial.



Ja.

Letras crocantes en vivo

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Por primera vez comí un plato de avena completo, es que con canela y plátano sabe mejor. Ese libro de Rius y el vegeterianismo de mi rockstar favorito me pegan fuerte, claro que los gramillos (ejem, ejem en cientos) de más también influyen. Siento que podría lograrlo, a excepción de las alitas (en el caso de que me invitaras) y el pavo de navidad, pero prometo que nada más... ya sé, medio farsante es farsante completo pero, qué tal si funciona para darme un poco más de energía y así puedo correr cuando el agobio me persigue. Yo creo que me alcanza porque soy muy lenta, como mi digestión (ew)

Flashazos

Busqué un abrigo gris, tono ratita mojada pero sin el olor, al contrario, cuando lo encontrara pensaba vaciarle entero el frasco con esencia a caramelo quemado. Me recuerda a la vez que intentamos hacer manzanas dulces y no funcionó, quizá sí te acuerdes.

De zapatos preferiría no hablar, si quedara de mí andaría descalza, tristemente no tengo bonitos pies, resultan algo grandes y mi idea no era recordarte a esa trilogía de la que eres un medio-decente-fan. Lo mismo, el look burocrático tenía que salir, botas altas y el corazón oprimido. Todos saben que en las oficinas el ambiente no deja expandir las ideas, mucho menos un palpitar estrenduoso.

Encontré todo lo que buscaba y para celebrar arranqué unas flores púrpura y te hice un té, me sentía en Londres gracias al smog y al reloj con números negros arriba del televisor. La tetera que silba la compré con mi cheque anterior. El brebaje resultó poco bebible y terminó viajando al drenaje. Un chorro de café a la leche helada y la tristeza por el plantón.

No llegaste, no hablaste y no te pude presumir que al abrigo se unieron dos discos, originales, importados y brillantes. La música era la brillante y mi corazón empezaba a tomar su tamaño natural.

Era fin de semana, así que me quedaban dos días para ser feliz.

Hay recriminación por hacerle caras al jefe y tener mal genio, poco después, sácatelas, me entero que le dieron la gerencia de tres hoteles. Si quiero seguir en esta empresa tendré que continuar trabajando para el nefastito. A ver hasta dónde llega la resistencia. Por lo pronto investigo algún tipo de meditación o relax alternativo. Contar hasta 1000 no funciona.

De como este lugar no se amolda a mi contar (Desadaptaciones egocéntricas).

Me he topado con infinidad de voces describiendo ciudades, casi siempre me quedo con las que nombran nieblas, lluvias y una fría melancolía que invade a sus habitantes, enfriando su piel, su vista y a veces sus sentidos, envolviéndolos en un eterno slow motion que me hace suspirar.

De forma vaga recuerdo aquellos que describen lugares donde un calor pesado cae sobre la ciudad en forma de vaho húmedo, a los que les tocó vivir ahí un sombrero les cubre los ojos y de repente en mi mente se insertan una terraza y una mecedora, rara es la hamaca, me gusta pensar en llanos o desiertos, el estilo tropical no es tanto para mí.

Sucede que pierdo el asombro con las cientos de motonetitas que me rodean, con el calor que en lugar de crearme personajes con un pacífico pero oscuro secreto me avientan cuerpos que me estorban para recrear el entorno a mi antojo. En donde vivo no puedo moldear a la señora con sus dos hijos para que quepan en la historia que llevo haciendo de mi vida, no se adaptan, no funcionan. Tampoco al señor de taxi que no sonríe ni hace plática, y su refunfuño por no verme europea o con dólares en vez de emocionarme me pone agria. Ni qué decir sobre la escasez de personajes mudos, discretos o sombríos, acá son tan ruidosos, no necesariamente alegres, ruidosos simplemente. Pequeña, la gente también es pequeña, pero eso qué, hasta me gusta.


Dime isla, ¿qué te pasa que no te puedes adaptar a mí?

Por fin llegó la bolsa que esperaba para mi laptop, pero también el calor. Ví Spiderman y me gustó, siempre que la veo me dan ganas de teñirme el cabello de rojo, quizá lo haga, las cinco canas que aparecen y aparecen y vuelven a aparecer por más que intente exterminarlas ayudan a la decisión.

Mi vida en el centro, Iguala vive en el centro del país, es decir, mis amigos y las cosas que anhelo. Por ahora el sureste me sirve para otras cuestiones, dinero y tratar de definir mi vocación, aún no he logrado nada en el casi-año que llevo acá, pero creo que voy en el camino. Según yo no tengo fe, pero sí, está escondida por ahí, en algún rincón.

"Ni celebré, ni me emborraché, ni me dieron flores". Duh, no sé por qué imaginé la frase cantada al estilo de los tigres del norte en su internacionalmente conocida "ya te velé, ya te enterré y te puse flores", en fin.

Tenía 2 celebraciones posibles, en una me faltaron 10 pesos para poder salir de la isla (vaya ferry caro)y con la tarjeta perdida poco hubo qué hacer, en la otra llegué tarde y lo único que encontré fueron marinos alguito impertinentes y cero comida, por lo que tuve que huir a un restaurancillo y con mi propio dinero empacarme una arrachera suavecita y feliz, feliz yo porque la pobre vaca no tuvo más qué decir. Quizá alguna vez me vuelva vegetariana, o a lo mejor no.

Alfombra-capullo.

Caminaba sobre la misma alfombra de la infancia, la que recibió la cuna y ahora parecía ser el lecho de muerte. Es la fatiga y el sol. Es el ánimo y la lluvia que no fatiga pero enmohece. Sería hoy o dentro de veinte años. No sabía la fecha exacta pero sentía la raíz de su despedida en los pies, tallando la superficie.

Pensó que un hilo de la alfombra podría crecer interminablemente, igual que en el cuento de los frijoles mágicos, solamente que su deseo no era el de un gigante ni oro infinito, en su deseo el filamento la envolvía en un capullo para no despertar.

Sucedería quizá hoy o en veinte años. Lo sabía, sus pies descalzos repasaban el elemento que daría el fruto de su lecho. Uno bello, como la vida que no duele pero estorba.

Ojalá fuese hoy.

Mañana es día de la santa cruz y acepto regalos. Sí, sí, día del albañil y qué es un arquitecto sino maestro albañil (etimológicamente hablando), así que todos abrid carteras y firmad cheques.

Nunca me he subido a un tren, tampoco a un globo aerostático, lo primero algún día lo haré, lo segundo lo evitaré afanosamente. Cada vez que me imagino en una montaña rusa, en un bungee o cayendo desde un paracaídas sé que soy una cobarde, no gracias, hoy no quiero morir, ni mañana, ni pasado, ¿qué tal el estilo a la highlander?.

He olvidado todo lo que me gustaba de la carrera, que ese arquito se llama así y que la humedad se arregla así si la fuente es ésta. Rodeada de ingenieros es difícil recordar... qué buenos pretextos me encuentro.

La mandarina es tremendo cliché, ahora es tan difícil encontrar una buena, con sabor y textura adecuada. Además la época ya terminó, tantas ganas que tengo de una. Mordida y juguito.