martes, 13 de marzo de 2007

Tengo hambre y realmente recomiendo los panquecitos de Piña Colada, están saciando mi hambre de una forma semideliciosa (no es para tanto), aunque ayer pensaba más bien en unos chilaquiles, pero el despertador sonó y yo decidí dormir más. Las puertas del comedor siempre están abiertas, igual que la puerta de la oficina que se abrirá muy, muy, pero muy grande si me atrevo a llegar más tarde de lo admisible.

Hay días en que quisiera saber mucho de algo en específico, para poder hablar seguramente sobre un tema, ahora sólo siento que se infinitamente poco de demasiado, no recuerdo frases, fechas, ni ideas completas y mi mente se dispersa como spray. Así saco mis explicaciones, apretando un botoncito para difuminarlas hasta que terminan separándose pareciendo nada.

Estoy en una rueda de la fortuna, no, en una especie de "caballitos" (escribir calesa me parece tan irreal)y ya me cansé de ver el mismo panorama, la primera vuelta es para descubrir, la segunda para admirar, a la tercera todo se va al caño. Aún más cuando la adicción a esas atracciones es nula.

Tengo ganas de escuchar un click. Siempre tengo ganas de algo y heme aquí, masticando el último cacho de mi panqué.

Pero el hambre se fue.


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No morirá, porque diario bebe una taza de jugo de uva y harina, es su eucaristía diaria, dice y explica orgullosa la fuente de la eternidad. Quizá sea cierto o sólo veo una charlatana más, o veía, o veo reflejada en el cristal y no soy yo. Estoy tan arriba de su plano que sería imposible distinguirla agitando su mano para despedirme, con su suéter naranja y su fascinación por los elementos de rescate.

El mar es azul y su color contrastante es el naranja, ¿del pavimento gris será el amarillo?, no recuerdo el círculo cromático, no recuerdo ni el destino, al que voy, sólo veo nubes y la voz que me ofrece café, soda o agua mineral, creo que no tengo cara de querer vodka, y no quiero romper la ilusión en esta muchacha que sabe sonreír tan bien.

Jugo de uva por favor.

Que acá traigo una pequeña oblea para desmoronar.


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2 comentarios:

  1. a veces me siento así, como si no supiera nada, o poco de muchas cosas... es algo triste porque no losé, no puedo decir con certidumbre sobre nada...
    (perdona el portunhol, pero hace mucho que no escribo en tu lengua...)
    el blog es precioso Frida... =)

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