El metro del DF es un lugar interesante cuando es la primera vez que tienes que buscar el camino por tí mismo. O por qué hablo en tercera persona, la frase debería ser: El metro del DF me resultó genial el lunes, primera vez que tuve que llegar de un lado a otro por mí misma. Me hizo descubrir que no soy tan dsorientada como pensaba.
El aeropuerto de la Cd. de México sigue siendo el lugar más contrastante de mis últimos 3 años, lugar de encuentros y desencuentros. El hoyo enorme en el plexo por la despedida hunde, hunde, hunde. Aunque tal simbiosis hace posible que perder un avión resulte en un día lleno de preocupaciones (Oh my Gó! me correrán) combinado con 24 horas más de sentirme en casa y con el corazón sin deshilachar.
Los taxis de... oh sí, Mexico City me hacen sudar frío por su chafirez, y si me toca el asiento detrás del chofer, !cran! mis rodillas se doblan en ángulos no aptos para evitar lesiones.
Autobuses, ferrys, aviones, taxis, autos y camionetas de compañías.
Ahora sí que a rodar, a rodar la vida. Que la estática no me quiere a mí.
yo ayude un poco, no?
ResponderEliminardigo, me quede callado y te segui por pasillos...
: D