Las migajas dentro del teclado no dan una buena impresión. Es que sois tan ordenada y bueno, qué se puede esperar, eres mujer y las niñas así son, toda pulcritud y sensatez. Cuánta presión, no soy buena capricorniana, mala memoria, despistada y desordenada. No puedo seguir hablando de mí, mejor hablemos de... Oh sí, sigamos, hoy es el día en que las migajas serán el punto principal. Tipo Hansel preocupado por su regreso a casa. El hogar se recuerda con más cariño de lejos, aunque extraño tanto el sillón, mi cama, mi baño, mis libros que ahora sirven de juguetes preescolares.

Se busca caleidoscopio, nunca he tenido uno y en internet los venden caros. Se busca patrocinador, aunque no tengo qué ofrecer a cambio. El gusto por el caleidoscopio es tan común como responder que los delfines son tus animales favoritos; míos no, si tuviera que responder podría contestar que son los lobos; hace poco entendí que las cosas favoritas son una estupidez. Algo así como la primera palabra, primer viaje, primer beso, primera decepción; aún cuando responder sigue siendo divertido, da la sensación de que alguien muestra interés en nuestra personalidad. Cuántas veces el que pregunta espera que le regresen el cuestionamiento para demostrar lo original que es.

No hay tal originalidad, el mismo horóscopo nos lo dice: ¡Humanos! divídanse en 12 grupos y nada más, 12 posibilidades de ser, de sentir y de futuro, presente y pasado, santiguado, estampita y piedra de la suerte. La mía es lapislázuli. Sería cosa de probar.



¿my precious?