Entre puntos de luz éstos mis ojos se marean, vértigo latiendo al compás de unos peces sedientos que viven en un río, o éso oigo murmurar. Una nube roja y otra violeta, equivocada de temporada, verde debiera ser, o dorada, o rascahuele a gajolopavote. Corriendo pies míos golpean fisuras hexagonales, un desenfrenado conductor infantil porsche mattel rojo que en medio del parque golpea mi espinilla, una maldición censurada se acalla por el espíritu.
Corre corre compras compras. Mira que olvidarse de la sidrilla ésa que siempre tomamos.
¡Ah!... y qué me importa el consumismo mientras el aire huele a pólvora y ciempiés relampagueantes corren en el concreto haciendo chillar a la abuela de aquellos nietos con sueños militares.
Nadie venga con amarguras, que hoy me doy permiso de reír.
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