Wild es una especie de road pedestrian trip (¿uh?) donde la interpretación es simple pero poderosa, tan simple que no ahondaré en ello pero conecta con esa parte en que todos perdemos, así es, el camino.
Hasta la final de la película vi que es una novela de Nick Hornby y qué bueno porque había amado About a boy y High Fidelity pero A long way down me había roto el corazón por lo mala que es. Aquí entra de nuevo a mis favoritos y le digo que no se vaya más.
Ahora sólo quiero volverla a ver en cine porque tengo corazón de papá, ese que dice "tiene bien bonitos paisajes" y saben qué, a veces los padres tienen mucha razón (sino pregúntenle a la protagonista).
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