miércoles, 14 de octubre de 2009

Dawn breaks like a bull through the hall

Es parecido a la muerte, una pequeña y sin relación a la que cualquier puberto pensaría. Una succión en el pecho, ¡fum! alguien con una gran aspiradora, o por qué no, un popote enorme que se bebe el alma.

O lo que quedaba de ella en la niñez.

Creía que todo cambió con la muerte de los veintes pero he recordado que fue antes. Tanto tiempo atrás, cuando de niña descalza moría la tarde y con ella un día fallido. Ya crecería y el futuro se abriría ante mí, todo era esperanza, felicidad y hasta decían que éxito arrasante.

En el fondo sabía que era mentira. Me gustaba hacerles creer que creía en ellos, de la misma forma como fingía al rezar.

3 comentarios:

  1. Entiendo perfectamente tu escepticismo, pero no me gusta para las futuras generaciones. Hay que hacer algo al respecto.

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  2. Me gusta. Un popote enorme y blanco. Una muerte crónica, ¿no? O asincrónica: ya lo sabías, sí, pero no está en el pasado. Y no, no hay nada que hacer al respecto.

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  3. Gracias Dan, pequeño basilisco. No creo que haya que hacer nada, después de mi indecisión lo único que puedo defender es el libre albeldrío.

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