Hace años que deseo un frasco de jalea y me es imposible, no la encuentro.
Hace años me regalaron un libro que me creo el antojo, quien me lo regaló se retiró del blog y como todo ya nada es igual.
Aunque en ciertas cosas los domingos (de hace años) no eran tan diferentes al de hoy, con murmullos lejanos, un par de carros que dan vuelta en las calle poco transitadas y la música proveniente de quiénsabedónde (ahora mismo es de un bar al lado de mi casa).
Desde hace un año no salgo todos los domingos a comer, antes lo hacía con mis amigos y antes-antes con alguien más, me había mudado a otras ciudades.
Regresé.
Ahora a mis papás se les antoja salir y a veces no, mis amigos cuando regresan al pueblo comen con sus familias.
Yo espero enmedio del calor que empieza y recuerdo.
Me dedico a recordar.
Ojalá me pagaran por ello y así podría viajar a un lugar en donde haya jaleas de uva que comprar.
Hace años me regalaron un libro que me creo el antojo, quien me lo regaló se retiró del blog y como todo ya nada es igual.
Aunque en ciertas cosas los domingos (de hace años) no eran tan diferentes al de hoy, con murmullos lejanos, un par de carros que dan vuelta en las calle poco transitadas y la música proveniente de quiénsabedónde (ahora mismo es de un bar al lado de mi casa).
Desde hace un año no salgo todos los domingos a comer, antes lo hacía con mis amigos y antes-antes con alguien más, me había mudado a otras ciudades.
Regresé.
Ahora a mis papás se les antoja salir y a veces no, mis amigos cuando regresan al pueblo comen con sus familias.
Yo espero enmedio del calor que empieza y recuerdo.
Me dedico a recordar.
Ojalá me pagaran por ello y así podría viajar a un lugar en donde haya jaleas de uva que comprar.