sábado, 25 de febrero de 2012

 Un hueco en el corazón que no se llena al terminar los créditos, aunque no los dejes terminar, salgas de la sala o apagues todo con el control remoto. Es hora de pararse del sillón y continuar con la vida real

Las películas que dejan un hueco en el corazón, dirán los románticos. La canción que una sentencia de muerte no deja terminar, los amantes con nombre capicúa que jamás se reencuentran, la chica buena que muere en el hospital acompañada de su entrenador. 

Piensas que ha llegado la hora de volverlas a ver, metes el disco al reproductor y te detienes. El recuerdo regresa y sientes que aún no estás listo. Pulsas el botón de encendido y atiendes el llamado a comer. Al bajar las escaleras te sientes cobarde, cobarde y abatido. 

El séptimo arte se ríe de ti.

3 comentarios:

  1. Hola Frida Fritanga Landa, es un gusto saber que sigues con tu talento, muchos saludos.

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  2. Pasaba por aquí y vi que estabas viendo esa película y ya me quedé a verla. Snif.

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