sábado, 20 de marzo de 2010

...But the everyday just can't compete with the beauty of a polariod




Los días pasan y parece que nada cambiará, es lo que se desea, lo que se prepara, se impulsa y se corre. Hasta darse cuenta que un tobillo estaba amarrado a algún tipo de centro malvado y la meta que se creía cercana está igual de lejos que en un principio y te das cuenta que corrías en círculos. Una enorme gota tipo anime se siente detrás de la cabeza o en su defecto la cara se convierte en una enorme paleta con el letrero sucker, aquello que el coyote se sabía momentos antes de caer al abismo. La ventaja es que parecemos tener mil vidas como él, aunque nuestra diferencia es que sí envejecemos.

Algunos dicen que debo aprender y madurar, que la vida es de retos y yo no puedo entender la idea de apechugar esa inconformidad. He buscado una y mil maneras de hacerlo, mil y un veces termino con el corazón roto y fatigado. Vuelvo a empezar pero algo se descompone en el sentido común porque elijo el mismo camino que me llevó al fracaso.

¿Entonces cómo es la onda? ¿Se vive lo real y se refugia en la belleza de la virtual, lo intocable y lo efímero? ¿En el intermedio del pedazo de pastilla que se toma para saber la realidad pero con el chance de volver al letargo?.

Creo que no es así, y en los sábados por la tarde mi optimismo sale a flote para darle una patada en el trasero a mi decepción y decirme con la misma voz juvenil: Anda vuelve a intentar.

1 comentario:

  1. estan chidas las rolas...
    mira que traia ganas de nueva musica :P
    checare las otras bandas :)

    saludos

    ResponderEliminar