sábado, 28 de noviembre de 2009

No lo abras.

Quise abrir el, ajá, odio decirlo pero así es, "el baúl de los recuerdos". Busque las cosas del fondo, las que fueron abandonadas primero.

Leí un mensajito entre clases y me dió vergüenza que me gustara fulanito y que mi preocupación por comer choco roles sea la misma de hoy (ser mujer y ser delgada es una obligación que recuerdo desde los 7 años, sobra decir que nunca la he cumplido).

Seguí con unos tazos de los Tiny Toons y unas tarjetas de La Bella y la Bestia que regalaba Sonric's. No recuerdo que me gustaran los dulces del maguito rosita pero la fascinación por la animación debió ganar. No encontré mi álbum de Barcelona '92.

Los guantes que usaba para la escolta de la primaria se han vuelto amarillos, unas fotos viejas me gustan y otras jamás las mostraría, o tal vez sí porque me gusta que traten de levantarme el ánimo. Cada día pasa menos. Mundo desconsiderado.

De la secundaria borré casi todo recuerdo mental y al parecer material. No puedo creer que la preparatoria haya sucedido hace tanto tiempo. La universidad se perdió con tanta mudanza.

A esas alturas mi corazón está casi seco. Es el tiempo perdido, o la lejanía de la juventud. O es el sábado en silencio y las dudas.

Más bien es la drama queen.

Hola.

1 comentario:

  1. Para mí es el ir y venir de un lado a otro, es esa sensación de no pertenecer a ningún lugar y así lo único que nos queda es la infancia, aquella que más nostalgia nos trae... Me sentí identificada...quizás el mes viene cargado de melancolía

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