No seas cobarde, le dijo copiando el tono exacto de la telenovela favorita, no daba para más, el cansancio por esperar los cambios la había vuelto así. No tuvo respuesta.
La puerta se cerró y supo que los mejores años de su vida se habían ido al caño. Un gracias lleno de ácido salió para morir junto a su fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario