jueves, 11 de enero de 2007

TV

Hace dos semanas despidieron a mi chef favorito, y no es que visite restaurantes gourmet, la nada glamourosa realidad es que no me pierdo cierto reality show del que no pude ver el principio para saber cuál es el premio, sólo sé que gana el que cocine mejor. Ahí reafirmé que hay cientos de sabores perdidos y millones de cosas más que no sé pero me gustaría saber, pero me disperso y no sé por dónde empezar. En realidad sí me he perdido varios capítulos y el muchacho al que le iba me caía bien por rubio natural y engreído.

Confieso que en las series de CSI y Justice cuando algún caso termina trágicamente por la condena de un inocente o por una muerte absurda (más absurda de lo que resulta per se) provoca en mí una depresión que dura aproximadamente 15 minutos (no cronometrados). Resulta algo patético que la irrealidad me afecte más que la realidad.

Pero,
qué guapo me parece Tom (Kerr Smith) y qué tristeza cuando Grissom pone cara de afectación profunda.

Estas líneas fueron para contar de mí, mis gustos televisivos y sus consecuencias. Un par de puntos y ya, fue todo.

6 comentarios:

  1. excelente post!!!!

    atte.

    e.h.e.

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  2. Aaah a mi también me gusta Top Chef. Aunque mi favorito nunca fue el rubio natural engreído. Yo creo que va a ganar su amigo, uno delgado de cabello obscuro (soy muy mala para lo nombres).
    Saludos

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  3. Pues a mi me sucede lo mismo me emociona mas una pelicula que la realidad. Seguramente porque hay que ser muy calculador y no mostrar ningun sentimento en esta sociedad.

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  4. ps yo a grissom si le daba sus besotes... grrrr :P

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