Llegó el 2010 hecho carrerita con reencuentros para el corazón (aw) y a pesar de ser 6 años más viejos se siente como el primer día. El 6 de enero todo desaceleró, mientras un avión despegaba hay nuevas promesas (o vueltas a hacer) y ganas de disfrutar la lentitud. El afán de moverme más rápido de lo que se me atraviesa se ha ido a descansar.
Es un cliché pensar en el año nuevo como una libreta de hojas blancas listo para dibujar, escribir y ensuciar lo que yo quiera, lo sé, pero así lo veo. Apenas voy tomando vuelo, tengo ganas de regresar al norte, de aprender francés aunque el inglés me vea con recelo porque nomás lo invito a pasear cuando me hace falta y a (re)descubrir una vocación.
Los momentos preferidos son en lugares confortables, así que estoy remodelando mi hábitat. Escojo texturas esponjosas y colores que cambien cada estación, o día, o ánimo, o qué se yo. Voy por mi cucharada gigante de nutella y esto último puede ser metáfora o no.
¿Qué hora es?
Una de las mejores partes de la vida (o al menos de esta etapa, no sé...) es esa mezcla de situaciones nuevas y otras que se repiten. Por una parte es un mundo cambiante y al mismo tiempo todo es igual y siempre termina donde comenzó. Probablemente no signifique nada, pero los humanos siempre vemos patrones y en base a ello armamos la realidad.
ResponderEliminarQué bueno que empieces el año con esa actitud :)
: )
ResponderEliminareverything is better with you in my life
mulder...
ResponderEliminarq bueno leer de tan buen animo para el 2010...me da gusto x ti...