sábado, 11 de julio de 2009

Del triste a las trenzas.



De video en video fui a dar a éste, la verdad esa canción es la onda, por algo es de las más solicitadas en el karaoke.

El traje tipo principito y unos Angélica María y Marco Antonio Muñíz jovencísimos me recordaron que de niña no había Cartoon Network, Disney ni Jetix así que los fines de semana me tocaba ver la programación que nos ofrecía Televisa (porque ni Azteca existía), creo que era los domingos cuando nos "deleitaban" con películas de Pedro Infante (que cante, que cante), Tin tán, Cantinflas y de las más er... ¿contemporáneas? teníamos las de Enrique Guzmán, Angélica María y demás.

De todas estas recuerdo a María Isabel de Silvia Pinal, versión que después fue llevada a las telenovelas con Victoria Ruffo y Adela Noriega, pero esas no cuentan, la que yo veía era cuando la india de trenzas negras y sonrisa colgate se ve menospreciada por su familia al adoptar como suya la hija de su mejor amiga que muere dejándole el "fruto de su amor prohibido" a su cuidado, ella para poder sobrevivir con el paquetito enjaretado se va a la ciudad a trabajar de sirvienta en la casa de un hombre rico y viudo del que por supuesto se enamora.

En la segunda parte titulada El amor de María Isabel la historia prosigue cuando ella y el viudo rico son abandonados por sus hijas malagradecidas y ellos sin nada más qué hacer que enamorarse deciden casarse, ella tiene que refinarse porque aparece la tercera en discordia, una pianista súper culta, guapa y exitosa, al final la protagonista se queda con el galán que de todos modos la engañó pero regresa arrepentido.

Siempre me disgustó que se perdonara la infidelidad así como así pero lo que quería contar no era eso (entonces para qué tanto choro) si no de lo que yo a mis 8 ó 10 años creía sinónimo de elegancia, los vestidos de lentejuelas, el maquillaje sobrecargado, la pestaña postiza y la incipiente liberación femenina que en los 60's y 70's era manifestada en el hecho de que las "mujeres de mundo" tomaban coctéles y fumaban a la par, además de saber de arte y trabajar y/o estudiar pero eso sí sólo profesiones que no requierieran poder si no demostrar que eran bonitas e inteligentes pero no mandonas.

Creo que el concepto de feminismo no ha cambiado demasiado y muchas veces las mujeres tienen que adoptar un rol preestablecido, pero ese es otro tema. El punto era el look:




Para terminar proclamo el abandono a la idea de mujer ideal representada por dicha película y me quedo con la canción de El triste porque ah qué buena es.




2 comentarios:

  1. bueno hay que reconocerle que salió de su rancho y se hizo todo una señora (q hasta lecciones de manejo tomó segun recuerdo...):)

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