lunes, 7 de abril de 2008

En estos días que el trabajo lo es todo qué se puede contar.

Aparte de que ya tengo internet gracias a una bam que no sé si podré o querré pagar terminando el mes "gratis",

o de que ya compré el boleto de avión para ir a la boda de mi último hermano soltero,

o que fui del sur al norte y de regreso al sureste para ver a quienes quiero en menos de 10 días,

¿qué más puedo decir?.

Ah sí,

mi jefe a veces es la onda y a pesar de ser injusto (poquito y a veces nada más) lo compensó comprendiendo mi respuesta a esa actitud a través de dejar el trabajo 3 horas antes de la salida y un día después platicar conmigo para arreglar las cosas y nenitainmaduralloronademí soltando lágrimas debajo de un caso que trataba de ocultar todo lo que se podía (excepto los mocos, porque oh sí, cómo lloré qué pena y qué mocosa me volví... ew) .

Qué vergüenza,

en mi obra habemos muchas mujeres, más de lo normal, y no, no todas somos así, creo que sólo yo soy parte de la estadística. Qué triste.


Demasiado cansancio para revisar lo que escribí, al menos lo intenté.

z

3 comentarios:

  1. Hola Frida:
    Pues te puedo decir que a mi esposa le pasaba lo mismo en el trabajo, lloraba por cualquier llamado de atencion, pero... fue con una amiga de ella que es psicoterapeuta y le hizo cocowash y ahora se le pone al tu por tu a la gerente y hasta su regional...
    Para eso necesitas
    Primero:
    Aceptar que necesitas ayuda.
    Segundo:
    Conseguir ayuda
    Tercero:
    Aceptar la ayuda y con eso cambiar para tu beneficio.

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  2. Ánimo en el trabajo!

    Por otro lado, estamos muy muy contentos de que ya tengas tu boleto. wiiiiiii!!!! :D

    P.d. ¿Me podrías mandar la dirección de Armando por mail, plis?

    Un abrazo!

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  3. las mujeres somos sensibles de nacimiento, no te apures, para los padres siempre seremos sus ni~itas lloroncitas, saludos y animo!!!!!!!

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