miércoles, 22 de noviembre de 2006

Una línea empapada de grafito, interminable que se vuelve espiral, nudo, plasta.

El papel termina por rasgarse y yo me aguanto las ganas de reír.

Sacaré un abrigo largo, un pantalón y un par de botas para ocultarme mientras muere el sol, cuando las gafas oscuras ya no son opción.

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