Hubo una chica con ínfulas afrancesadas que cambió su nombre a Yilet.
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Rellenó su colchón de paja y soñó que le faltaba un corazón, iba en búsqueda de un mago que le diera solución.
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Chicle sabor de la derrota vs. chicle sabor algodón de azúcar.
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Tomar 2.5 lts. de agua al día guardados en cántaros de agua, que no vayan tanto al pozo eso sí.
sábado, 10 de septiembre de 2011
domingo, 4 de septiembre de 2011
Por no buscar en google.
Hubo días que existieron antes que estos, aquellos tenían una luz diferente, de tarde moribunda y corredores que se negaban a ser simples pasillos en silencio. Eran tiempos de adolescencia tardía donde una joven creía que los juegos de palabras eran cosa sólo suya. Pasó el tiempo y descubrió la verdad. Ahora quisiera volver y no sabe cómo.
Anoche soñé con jelly beans, me hace feliz no decirle frijolitos de gelatina, me hace feliz escribirlo y llenar espacios vacíos con ideas igual de vacías. Es un ejercicio zen para olvidarse de problemitas absurdos. En realidad es un ejercicio todo menos zen, podría darme vergüenza confesar que no sé exactamente qué significa esa palabra y lo he hecho antes de investigarlo en un click derecho que me lleve a un "buscar zen en google", pero es pasada media noche y hay ciertos cuentos releídos que dejan esa tristeza de ficciones lejos de nuestra realidad que ni sabiéndolas así las podemos (¿puedo?) despegar.
Mañana diré que no quiero trabajar. Lo que yo quiero es cambiar de rumbo otra vez, cambiarlo sin tener que dejar la casa nunca. La creación de un loop en el espacio nada más para mi.
Es la adolescencia tardía que tengo escondida debajo de la cama. Gracias a la generación X que no se quedó impregnada en mi interior que no siempre es así. Algunas veces lo adulto me va muy bien (me digo en voz bajita para que se haga de una vez realidad).
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